El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, propuso hoy un pacto a la principal fuerza de la oposición, el Partido Demócrata (PD), para relanzar la economía del país.
En una carta publicada por el diario "Corriere della Sera", Berlusconi insta al líder del PD, Pier Luigi Bersani, a una actuación conjunta en el Parlamento, "para discutir sin prejuicios y exclusivismos un gran programa para el crecimiento de la economía italiana".
En la misiva, Berlusconi expresa que es consciente del momento de tensión que vive la política italiana y no desaprovecha la ocasión para criticar las posturas "moralistas" adoptadas por Bersani en algunos aspectos.
Sin embargo, ensalza el pragmatismo del líder del PD y recuerda que en el pasado éste se ha mostrado sensible con el tema de las liberalizaciones.
El programa que propone Berlusconi se basa en una reforma constitucional del artículo 41, que regula la iniciativa económica privada, así como en la aplicación de medidas drásticas en el mercado del patrimonio público y una supresión de impuestos a favor de las empresas y de los jóvenes.
Berlusconi subraya la necesidad de impulsar una economía más libre, con lo que será posible hacer aflorar "la riqueza privada escondida".
El primer ministro se muestra consciente del peso de la deuda pública italiana, que es superior al 110% del PIB, y hace hincapié en la necesidad de alcanzar un crecimiento de entre el 3% y el 4% en cinco años, para que los mercados entiendan que ese es el camino emprendido por Italia.
Una Italia que define como un país fuerte, exportador, con una gran reserva de capital, de inteligencia y de trabajo.
La propuesta del político conservador llega en un momento de gran crispación política en el país transalpino, donde los partidos de la oposición reclaman la dimisión de Berlusconi tras conocerse que está investigado por la Fiscalía de Milán por presunta incitación a la prostitución de menores y abuso de poder en el denominado caso Ruby.
Con respecto a la iniciativa de Berlusconi, se pronunció el vicesecretario del PD, Enrico Letta, quien aseguró que la propuesta del presidente llega tarde y demuestra su "desesperación", al tiempo que la consideró propia de alguien que busca una maniobra de "distracción".
"Sobre estos temas nos confrontaremos con otro primer ministro o con el propio Berlusconi, pero en campaña electoral", agregó Letta.
El responsable económico del PD, Stefano Fassina, manifestó que la propuesta del jefe del Gobierno es "pura propaganda" y agregó: "de pésima calidad".
El conocido como Tercer Polo, que desde este fin de semana ha pasado a llamarse Nuevo Polo para Italia y que agrupa a fuerzas moderados como el API, los democristianos del UDC y a Futuro y Libertad (FLI), del ex aliado de Berlusconi, Gianfranco Fini, tampoco cedió a la petición del jefe del Gobierno.
El líder de Alianza para Italia (API), Franceso Rutelli, aseguró que la propuesta es "un engaño" y subrayó: "Berlusconi ha estado en el poder ocho de los últimos diez años, ¿por qué no ha hecho las reformas?"
Desde el ámbito económico, el consejero delegado del banco Intesa Sanpaolo, Corrado Passera, coincidió con Berlusconi en que hay que impulsar el crecimiento, aunque sin entrar a valorar en el fondo de la propuesta del primer ministro.
La presidenta de la patronal italiana Confidustria, Emma Marcegaglia, por su parte, consideró como "algo positivo que se hable de crecimiento y se trabaje para ello", pero no quiso entrar en la esfera del debate político.
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