Barack Obama declaró que Estados Unidos estaba “listo para un nuevo capítulo” con Kamala Harris como presidenta en un entusiasta discurso el martes, pero advirtió a los demócratas que se enfrentaban a una “carrera reñida” para elegirla y derrotar a Donald Trump en noviembre.
Al hablar en la convención demócrata en Chicago, el ex presidente desplegó su poder de estrella política para tratar de disipar cualquier duda dentro del partido sobre la candidatura de Harris, al tiempo que advirtió a la multitud contra la complacencia sobre el resultado de las elecciones .
“No se equivoquen: será una pelea”, afirmó Obama. “A pesar de toda la increíble energía que hemos podido generar en las últimas semanas, a pesar de todos los mítines y los memes, esta será una carrera reñida en un país muy dividido”.
Aunque Obama, de 63 años, lleva casi ocho años fuera del cargo, es uno de los demócratas más populares e influyentes, y los líderes del partido esperaban que su discurso en horario de máxima audiencia ayudara a unir y movilizar a sus partidarios detrás de Harris.
El regreso de Obama a Chicago, donde comenzó su carrera política, se produjo mientras algunos demócratas intentaban establecer paralelismos entre su exitosa campaña de 2008 para ser elegido el primer presidente negro de Estados Unidos y el intento de Harris de convertirse en la primera presidenta del país.
Cuando Obama subió al escenario, se encontró con cánticos de “sí se puede”, su propio lema de campaña. Más tarde comenzó a corear “sí se puede”, en referencia a Harris.
El discurso de Obama utilizó parte de la retórica exaltada que fue un sello distintivo de su presidencia, pero también se burló de Trump como un multimillonario egoísta y “llorón” y un teórico de la conspiración cuyo acto se había vuelto “bastante rancio”.
“El otro día, oí a alguien comparar a Trump con el vecino que pasa todo el día con su soplador de hojas en la ventana de tu casa”, dijo. “No necesitamos cuatro años más de fanfarronería y caos. Hemos visto esa película y todos sabemos que las secuelas suelen ser peores”.
Obama respaldó a Harris el mes pasado , unos días después de que ella lanzara su campaña tras la decisión de Joe Biden de abandonar su intento de reelección. Pero el discurso del martes fue su declaración de apoyo más contundente.
El ex presidente demócrata habló justo después de Michelle Obama, la ex primera dama, que sigue siendo muy popular dentro del partido. “Hay algo maravillosamente mágico en el aire”, dijo a la audiencia. “Estados Unidos, la esperanza está volviendo”.
Pero, al igual que su marido, Michelle Obama también utilizó su discurso para pedir a sus compañeros demócratas que actuaran y para arremeter contra Trump.
“En algunos estados, un puñado de votos en cada distrito electoral puede decidir quién es el ganador”, afirmó. “Necesitamos votar en cantidades que eliminen cualquier duda. Necesitamos superar cualquier intento de suprimirnos”.
La ex primera dama recibió algunas de las ovaciones más fuertes de la noche cuando criticó a Trump por su “visión limitada y estrecha del mundo” y, refiriéndose a su esposo y a ella misma, dijo que había sido “amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, altamente educadas y exitosas que también son negras”.
“¿Quién le va a decir que el trabajo que está buscando actualmente podría ser uno de esos ‘trabajos para negros’?”, añadió, en referencia a las sugerencias de Trump de que los inmigrantes están quitándoles los trabajos a los afroamericanos.
Apoyo a Biden
Los discursos de los Obama fueron importantes para un partido que intenta disimular las divisiones relacionadas con la guerra de Israel en Gaza y el resentimiento que rodeó la expulsión de Biden de la cima de la fórmula.
Barack Obama había defendido inicialmente a Biden, con quien mantuvo una relación complicada en el cargo y a veces marcada por desacuerdos, después de un desastroso debate contra Trump a finales de junio.
Pero permaneció visiblemente en silencio mientras los demócratas presionaban al presidente de 81 años para que abandonara la carrera. El martes, Obama dedicó unas palabras a honrar el legado de Biden, diciendo que había “defendido la democracia en un momento de gran peligro”.
Mientras los Obama hablaban, la policía de Chicago se enfrentó con manifestantes frente al consulado israelí, cerca del distrito comercial central de la ciudad.
Sus discursos fueron precedidos por una votación nominal ceremonial que nominó formalmente a Harris como candidata presidencial del partido, un recuento que fue coronado con un rotundo respaldo de Gavin Newsom, el gobernador de California, su estado natal.
Harris y Tim Walz, su compañero de fórmula, no estuvieron presentes, pero hicieron campaña en Milwaukee frente a unas 15.000 personas en el mismo escenario donde Trump celebró la convención republicana el mes pasado.
Si bien los demócratas han mostrado un nuevo entusiasmo por Harris desde que reemplazó a Biden en la fórmula hace apenas un mes, ella necesitará traducir el estallido inicial de entusiasmo por su candidatura en votos en los estados en disputa.
"No deberíamos engañarnos pensando que es una victoria automática", dijo Anita Dunn, ex asesora principal de Biden en la Casa Blanca, al margen de la Convención Nacional Demócrata.
Trump viajó el martes a Michigan, otro gran estado clave, para hablar sobre “crimen y seguridad”.
Según un promedio de encuestas de FiveThirtyEight, Harris lidera a Trump por casi 3 puntos porcentuales a nivel nacional y está marginalmente por delante en la mayoría de los estados clave.
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