La agencia de calificación de riesgo Moody's elevó la nota de la deuda soberana de Brasil de Baa3 a Baa2, "con perspectiva positiva", tras considerar que los "últimos ajustes de la política económica" permitirán un "desarrollo más sustentable" del país.
Moodys's, que en septiembre de 2009 ya había considerado a Brasil como un país seguro para los inversores al otorgarle la calificación Baa3, el llamado "grado de inversión", mejoró la posición de la mayor economía latinoamericana.
La agencia atribuyó la subida a "los últimos ajustes de la política económica que indican un desarrollo más sustentable del escenario macroeconómico y mejoría en los indicadores fiscales a mediano plazo".
Desde finales del año pasado, el Gobierno brasileño ha adoptado medidas para encarecer el crédito y reducir los gastos fiscales con el fin de frenar el aumento de los precios.
Las medidas restrictivas han desacelerado a la economía, que en 2010 registró una expansión del 7,5%, la mayor en tres décadas, pero también han comenzado a tener efectos sobre la inflación y le han permitido al Gobierno garantizar el cumplimento del superávit fiscal previsto para este año.
"Mediante una combinación de medidas fiscales y monetarias, las autoridades están en proceso de atacar las condiciones que provocaron el sobrecalentamiento de la economía. Aunque aún es prematuro determinar si las medidas son suficientes, por lo menos muestran un supuesto compromiso fuerte en resolver el problema", según el comunicado de la agencia.
En abril pasado, la también calificadora de riesgo Fitch había subido la nota brasileña del menor nivel entre los países considerados seguros de inversión hasta el segundo escalón (desde BBB- hasta BBB).
Dichas notas indican para los inversores que el Gobierno brasileño tiene capacidad para cumplir sus compromisos financieros.
Al aclarar que había elevado la calificación de Brasil "con perspectiva positiva", Moody's admitió la posibilidad de una nueva elevación (hasta Baa1) en los próximos 12 o 18 meses.
Según la agencia, la calificación brasileña puede volver a subir desde que el crecimiento económico se mantenga moderado pero sustentable y las autoridades se muestren dispuestas a cumplir sus metas fiscales a mediano plazo.
Además del compromiso del Gobierno con el ajuste fiscal para garantizar un crecimiento más sustentable, la agencia también consideró positivo para Brasil la reducción de la relación entre la deuda pública y su producto interior bruto (PIB), que actualmente está por debajo del 50%.
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