La rápida expansión de un nuevo actor financiero que llegó para quedarse

En diciembre de 2008 se aprobó la puesta en marcha de las tres primeras instituciones de garantías del país: Aval Chile, Proaval Chile y Congarantía. A fines de 2010 también eran parte de la industria FirstAval, Finanzas Insur, Suaval, MásAval y ConFianza. 
Así, hoy existen 11 sociedades de garantía recíproca incorporadas en los registros de la Superintendencia de Bancos, tres de las cuales han sido aprobadas en los últimos dos meses -Agroaval, Transaval y AvalPyme- y están a la espera de la entrega de la línea de financiamiento que otorga la Corfo. 
De ellas, Agroaval es la única sociedad enfocada en el sector agro y la primera dirigida a un foco específico. Según su gerente general, Rodrigo Álvarez, este año esperan lograr “US$ 30 millones de certificados emitidos y llegar a una cifra de 
US$ 300 millones en un plazo de 10 años”.

Por su parte, el principal actor del mercado es AvalChile, con 87% de participación. Esta sociedad ha iniciado las operaciones con todos los bancos que hoy son acreedores y su gestión ha permitido abrir espacio a la industria frente a la banca. Hoy operan con Santander, Security, Corpbanca, Internacional, Itaú y Bice. Y además están próximos a sumar a BancoEstado, BCI y Scotiabank. 
Según su gerente general, Diego Fleischmann, la especialidad de su empresa es “entender muy bien el riesgo de la PYME” para así poder proteger el fondo que le da la facultad de emitir certificados de garantía. Para él las SGR constituyen “una industria que llegó para quedarse, que está avalada por una ley y que es independiente de la autoridad de turno”.