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Michel Jorratt: “Valdés no debe asumir que todas las críticas son ciertas, hay mucha desinformación”

Ingeniero desmitifica que la renta atribuida sea un “invento” chileno y critica la limitación del sistema. “Yo no habría ido por ahí”, sostiene.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Viernes 14 de agosto de 2015 a las 04:00 hrs.
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Esta semana se podría definir como la de los rayados de cancha del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. El titular de las finanzas públicas partió la semana anunciando el envío de un proyecto de ley para simplificar la reforma tributaria, limitando al máximo las empresas que se podrán acoger al sistema de renta atribuida.
Michel Jorratt comparte el fondo del anuncio del ministro, pero no la forma. El ex director del Servicio de Impuestos Internos (SII) plantea que la mejor fórmula no era limitar la atribución de rentas, sino más bien "simplificarla". El ingeniero civil industrial, en conversación con Diario Financiero, explicita de frentón sus discrepancias con la fórmula de Teatinos 120, desdramatizando la interacción entre renta atribuida e integración parcial.

-¿Cuál es su lectura de los cambios anunciados por el ministro?
-Lo primero, es que me alegra de que en los cambios que el ministro Valdés propone quede claro que no habrá cambios en la carga impositiva. Más bien se busca simplificar, me parece que eso es importante en el sentido de no retroceder en lo que ya se logró.
Ahora, en términos de los cambios que se proponen, yo veo que la propuesta principal, que se refiere a la restricción de la renta atribuida para sociedades de personas naturales, es un cambio que significará simplificación para el SII, pero no me parece que vaya a significar una simplificación para los contribuyentes. Al contrario, lo que se hace es eliminar una opción que hoy tienen las empresas.

-O sea, ¿se va contra el objetivo de hacer el sistema más simple?
-Tampoco diría eso, sino que esto no significa simplificarle la vida a los contribuyentes. Si yo elimino una opción, estoy haciendo sólo eso: eliminar una opción. De hecho, no me gusta la alternativa que propone el gobierno.

-¿Por qué no?
-Porque se piensa que la interacción de los dos sistemas genera mucha complejidad. La verdad es que en las circulares del SII y en la misma Ley, eso está bien abordado y bien resuelto. En el fondo, en todos los países de la OCDE existen dos sistemas que interactúan entre ellos y eso no significa problemas especialmente difíciles en términos de complejidad.
Estuve investigando la tributación de EEUU, en donde -al igual que todos los países de la OCDE- existe un sistema como la renta atribuida para las sociedades de personas y un sistema desintegrado para las sociedades anónimas. Estuve buscando documentación que hablara sobre los problemas de interacción entre ambos sistemas cuando hay cadenas de sociedades, y la verdad es que no encontré nada.

-O sea, ¿sólo en Chile lo vemos como un problema?
-En EEUU esto está muy abajo en la escala de prioridades, no es un problema.

-¿Se está exacerbando ese problema en Chile?
-Sí. Cuando ya existe un sistema así la gente se acostumbra y no es una cosa demasiado dramática. Por cierto hoy ya tenemos un sistema que es mucho más complejo que cualquiera en el mundo, entonces esto de la renta atribuida y la interacción entre sistemas no es particularmente complejo.
Ahora, por supuesto que tener un solo sistema es bueno, pero la propuesta del gobierno no es tener un solo sistema, sino mantener los dos. Y si voy a mantener los dos, me parece que el problema de la interacción entre ambos no es un problema.

-¿Con qué fórmula se podría haber simplificado el sistema tanto para el SII como para los contribuyentes?
-Yo hubiera simplificado el sistema atribuido. ¿En qué sentido? Con la reforma, se buscaba que el sistema atribuyera la renta líquida de la empresa y punto final. Así opera en todo el mundo. Pero acá se le puso una tributación a los flujos y eso lo hace un poco enredado, yo eliminaría eso. Pero mantendría el sistema como optativo para cualquier empresa que lo quisiera. Si la empresa considera que es muy complicado, que opte por el otro, pero no hay para qué decirle a la empresa "no, usted no puede optar por este sistema".

-¿Sería un error limitar al máximo la renta atribuida?
-Sí, a menos que haya algo que yo no esté viendo. Yo no habría ido por ahí. Yo habría simplificado el atribuido para hacerlo más fácil de entender y aplicar, pero sin limitarlo. Además, al limitar un sistema uno empieza a afectar las decisiones y lo que ocurrirá es que muchas empresas empezarán a modificar su estructura de propiedad para poder calificar en renta atribuida. Esto implicará un costo de transformación para las empresas que no es necesario. Uno siempre puede hacer optar a los contribuyentes por lo que más le conviene.

-¿Esperaba un anuncio más profundo de parte del ministro?
-Mi ideal era que se hubiera simplificado la renta atribuida y a lo mejor dejarlo como sistema único. Pero entiendo que eso no será así porque todo el mundo está, incluso, por lo contrario. De hecho, se plantea mantener integración parcial y eliminar atribución de rentas, lo que me parece bien ilógico. Hay temas que quedaron cerrados y que no se volverán a tocar a pesar de que a uno le gustaría, por ejemplo, derogar la renta presunta.

"Hay gente que se está aprovechando de abrir temas ya cerrados "

-¿Se puede abrir mucho la discusión tributaria en el Congreso?
-Yo creo que existe ese peligro, pero me gustó mucho lo que dijo el ministro en cuanto a que no está disponible para entrar en un debate sobre bajar tasas.
Hay gente que está tratando de aprovecharse y abrir temas que ya están cerrados. Yo espero que no ocurra eso. Algunos plantean que el sistema semi integrado sea de integración completa, pero significaría un golpe importante en la recaudación si se pasa desde un crédito de 65% a 100%.
Insisto, eso sí, que la reforma tributaria eleva la recaudación tributaria en 3 puntos del PIB, pero Chile sigue quedando comparativamente con una carga tributaria relativamente moderada.

-Usted reconoció que el diseño de la reforma original se hizo en un grupo muy cerrado. ¿Qué errores no deberían cometerse de nuevo en esta etapa?
-Difícil pregunta (ríe). Al trabajar en un grupo cerrado, eso genera rechazo en el medio, sobre todo de la gente que no puede opinar. Eso hace que haya mayor predisposición a encontrar malos los cambios. Eso es notorio ahora: se han dicho una cantidad de cosas que son falsas y sin argumento, que tal vez si se hubiera hecho un debate más abierto no se habrían dicho. Si pudiera volver atrás, haría una discusión más abierta.

-¿Debería pasar eso ahora?
-Sí, entiendo que el gobierno ya ha pedido opinión a mucha gente.

-¿Qué le recomendaría a Valdés en esta etapa?
-Él tiene claro que no hay que abrir la puerta a bajar tasas ni carga tributaria, pero sí simplificar. Pero le recomendaría analizar bien cómo simplificar y no caer en esto de asumir que todas las críticas que se hacen son ciertas, porque hay mucha desinformación. Esto de creer que la renta atribuida es un invento nuestro y que en el mundo no hay otro país que tenga dos sistemas es totalmente falso. Es cuestión de leer un poco sobre la tributación de los países de la OCDE y uno se da cuenta que en todos existen dos sistemas: uno para las corporaciones y otro para las sociedades de personas.


El consejo al director Barraza: "Hay que mantener y potenciar las querellas"
El miércoles el Servicio de Impuestos Internos (SII) cerró un ciclo: luego de tres meses de gestión subrogante del subdirector de Normativa, Juan Alberto Rojas, el ingeniero Fernando Barraza fue designado por la presidenta de la República, Michelle Bachelet, como cabeza de la administración tributaria, luego de ganar el concurso público en Alta Dirección Pública (ADP).

Barraza no es un extraño ni para el servicio ni para Jorratt: ambos ingresaron a trabajar juntos a Teatinos 120 -en cuyos pisos 6 y 7 se ubica el SII- a inicios de los 90 de la mano del entonces director Javier Etcheberry.

Jorratt confiesa que llamó a Barraza para felicitarlo el día que se hizo público su nombramiento.
Por lo mismo, en esta parte de la entrevista, delinea los principales desafíos y ejes que -cree- caracterizarán la gestión de Barraza, quien tendrá la tarea de implementar la reforma tributaria, mantener la baja en la tasa de evasión del IVA y afrontar los procesos aún abiertos en el frente judicial en los casos Penta y SQM.

-¿Qué opinión tiene del nuevo director del SII, Fernando Barraza? Entraron juntos a trabajar en el servicio con Javier Etcheberry en los 90.
-Tengo una muy buena opinión de Fernando, lo conozco bastante, tiene un perfil técnico y conoce mucho el servicio. Estuvo en los períodos clave de modernización del SII, así que creo que lo hará muy bien.

-¿Cuáles deberían ser los ejes de su gestión? ¿Con qué se encontrará en el servicio? El SII está en una etapa complicada
-Yo creo que siempre el eje de la gestión del director de Impuestos Internos es el combate a la evasión, él tendrá que concentrarse en eso y creo que lo tiene claro. Y, en segundo lugar, implementar la reforma tributaria, que es un tema complicado, se vienen cambios.
Lo otro es esperar que todos estos temas más políticos no lo afecten y no sigan jugando un rol tan importante, nunca debió haber sido así.

-En ese sentido, ¿debería mantener la línea investigativa de querellarse en caso de que haya delitos tributarios, incluso con platas políticas de por medio?
-Yo creo que el combate al fraude es esencial, por lo tanto las querellas como herramienta hay que mantenerlas y potenciarlas, pero siempre respetando la discrecionalidad. La querella es una facultad del director y se ejerce discrecionalmente. Eso hay que entenderlo.
Lo otro es que pueda actuar con autonomía.

-¿Qué consejo le daría ante este desafío? El servicio está pasando por un momento bastante complicado.
-Difícil, a mí en general no me gusta dar consejos.

-¿No ceder ante las presiones políticas, por ejemplo?
-Claro, no ceder ante las presiones, hacer valer su autonomía y trabajar con un equipo de confianza y cercano.

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