Economía

Beijing: la capital boyante, pero reprimida, que recibirá esta semana a Piñera

El gobierno de Xi Jinping promueve su iniciativa "Una Franja, Una Ruta”, mientras intenta amagar cualquier conmemoración de la matanza de la Plaza Tiananmen.

Por: Isabel Ramos, desde Beijing | Publicado: Lunes 22 de abril de 2019 a las 12:27 hrs.
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Las autopistas de Beijing están decoradas con carteles que promueven "Una Franja, Una Ruta", la iniciativa estrella del presidente Xi Jinping y cuyo segundo foro se desarrollará esta semana en la capital china con la presencia del mandatario chileno Sebastián Piñera.

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Las carreteras -atestadas de autos que combinan marcas chinas con modelos sedán negros Audi y Lexus, y cuyo tráfico empeora aún más con la gran cantidad de motonetas y bicicletas que circulan- son el escenario ideal para promover la iniciativa, que busca desarrollar la infraestructura para facilitar la conectividad de China con sus principales socios comerciales.

La capital deja ver rápidamente su estatus cosmopolita, con barrios de bares en donde se puede escuchar desde Soda Estéreo hasta Despacito, y con comensales estadounidenses, europeos e indios.

La oferta gastronómica de Pato Peking y locales de comida local -cargada al ajo y al picante- se combina con el McDonald's y KFC, pasando por restaurantes de comida italiana y de carne australiana.

Pero todos estos guiños a Occidente son engañosos. El "gran firewall" bloquea todas las populares aplicaciones de Google, además de WhatsApp, Instagram, Facebook y Twitter, a las que sólo se puede acceder burlando a la censura con redes privadas virtuales (VPN, su sigla en inglés).

Occidental, pero no liberal

La censura no es sólo virtual. En abril se cumplen 100 años del Movimiento 4 de Mayo, que impulsó la modernización de la política y la sociedad china, y luego, en junio, es la conmemoración de los 30 años de la matanza de la Plaza Tiananmen.

El Partido Comunista se reconoce a sí mismo como heredero natural del Movimiento 4 de Mayo, cuando estudiantes salieron a las calles a demandar una China fuerte, que pudiera defenderse en el escenario internacional en contra de los poderes coloniales. Pero el movimiento también tenía otras demandas que no comulgan bien con el liderazgo actual, como el feminismo, la libertad artística y la democracia.

Los hechos de Tiananmen, en cambio, no pueden ser recordados. La plaza -a la que se accede tras un estricto control de seguridad, que incluye escáner de bolsos y presentación de pasaporte o carnet chino- hoy luce tranquila, con sus habitantes ondeando banderitas rojas que venden en cada esquina. Pero en abril de 1989 fue escenario de una serie de protestas que conmemoraban el aniversario del Movimiento 4 de Mayo.

Las manifestaciones, que abogaban por las libertades individuales y que dejaron la imagen icónica de un hombre frente a una fila de tanques, culminaron el 4 de junio con la represión del Ejército chino, que dio muerte a 10 mil estudiantes y trabajadores, según documentos desclasificados en 2017.

Corresponsales extranjeros ya dan cuenta de que el gobierno está tomando cartas para evitar los actos de conmemoración, o cualquier tipo de insurrección. El gobierno anunció sorpresivamente que el feriado del 1 de mayo se extendería por tres días, con la esperanza de que los residentes de Beijing aprovechen de tomar vacaciones fuera de la capital.

El mes pasado, la Universidad de Peking convocó a sus profesores a una charla para "fortalecer la construcción moral de la facultad", en un claro mensaje a mantener la obediencia. En la Universidad de Tsinghua, en tanto, dos profesores recibieron medidas disciplinarias por expresar una visión crítica.

Además, tanto Apple Music como QQ, de Tencent, removieron de sus plataformas canciones que hicieran referencia a demostraciones estudiantiles.

Economía repunta

Mientras tanto, los habitantes de Beijing siguen desarrollando su vida normal. Hay zonas donde se puede encontrar un mall en prácticamente cada cuadra, aunque en varios de ellos hay sólo un par de tiendas abiertas y mucha ropa que se exhibe en los pasillos.

Según cifras recientes, la economía está experimentando un repunte. El Producto Interno Bruto creció 6,4% en el primer trimestre frente al año anterior, superando las expectativas, e igualando el registro de los últimos tres meses de 2018. La producción industrial y la inversión en activos fijos fueron los motores más importantes de la expansión.

Los economistas esperan que el primer trimestre sea el punto más bajo del desempeño económico del año. "Hay señales de que la estabilización del crecimiento liderada por las autoridades está empezando a arraigarse, ayudada por la reducción de las tensiones comerciales con Estados Unidos", dijo Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cornell, a Financial Times.

La clave parece estar justamente en ese conflicto. A medida que se disipan las tensiones, la confianza de los consumidores y las empresas repunta. Según reportes de prensa, una delegación de EEUU llegaría a Beijing esta semana y luego una contraparte china viajaría a Washington. En la capital estadounidense se anunciaría el acuerdo que pondría fin a la guerra comercial, aunque el encuentro entre Xi y su par Donald Trump aún no tiene una fecha definida.

El Foro de Cooperación Internacional Una Franja, Una Ruta es, en este sentido, una demostración del poder de convocatoria de Xi, que incluso el mes pasado realizó una gira por Europa para sumar a más países a la iniciativa.

Así se juegan las cartas las autoridades chinas, mientras en las calles de Beijing los turistas intentan esquivar el cruce desordenado de las bicicletas, motonetas y autos de sus apurados habitantes.

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