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Economistas instan a utilizar la fertilidad para predecir las recesiones

Un nuevo estudio muestra que la caída en las concepciones es evidente antes de que la economía comience a contraerse.

Por: Gemma Tetlow Londres, FT Español | Publicado: Martes 27 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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¿Buscando evidencia de que viene una recesión? Cuente cuántas mujeres están embarazadas. Esa es la conclusión de una nueva investigación en Estados Unidos, que sugiere que los economistas e inversionistas deberían prestar atención a la fertilidad para comprender cuándo llegará una crisis.

Un documento publicado ayer por la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, su sigla en inglés) muestra que, antes de las últimas tres recesiones en EEUU, el número de concepciones comenzó a disminuir al menos seis meses antes de que la economía empezara a contraerse.

Si bien investigaciones previas han demostrado cómo las tasas de natalidad siguen los ciclos económicos, el estudio de la NBER es el primero en mostrar que las disminuciones de la fecundidad son un indicador anticipado de las recesiones.

Asombrosa coincidencia

Daniel Hungerman, profesor de economía de la Universidad de Notre Dame y uno de los autores del informe, dijo que era “sorprendente” que la caída en los embarazos fuera evidente antes de la recesión que vino después de la crisis financiera de 2007, ya que tradicionalmente se ha argumentado que esta crisis había sido difícil de predecir.

“Ninguno de los expertos lo vio venir y en los primeros meses muchos líderes empresariales estaban convencidos de que la economía estaba bien”, dice. De hecho, las estadísticas de fertilidad cuentan una historia diferente.

El número de concepciones en EEUU aumentó ligeramente entre el primer semestre de 2006 y el primero de 2007. Pero la tasa de crecimiento interanual se volvió negativa en el tercer trimestre de ese año, cuando los índices bursátiles de EEUU estaban en máximos históricos y seis meses antes de una disminución similar en el crecimiento.

El análisis utilizó datos de los 109 millones de nacimientos en EEUU entre 1989 y 2016 para examinar cómo cambiaron las tasas de fertilidad a lo largo de los últimos tres ciclos económicos (a principios de la década de los ‘90, principios de la década del 2000 y fines de los 2000). Encontró un patrón similar en los tres casos.

Un tema de confianza

“Una forma de pensar sobre esto es que la decisión de tener un hijo a menudo refleja el nivel de optimismo sobre el futuro”, dice Kasey Buckles, otra profesora de Notre Dame y coautora del estudio.

El equipo descubrió que las caídas en las concepciones predecían recesiones al igual y con mucha más anticipación que muchos indicadores comúnmente utilizados, como la confianza del consumidor, medidas de incertidumbre y compras de artículos de alto valor como lavadoras y automóviles.

La correlación entre las concepciones y las recesiones no es perfecta. Ha habido períodos en los que las concepciones han disminuido pero la economía no.

Buckles dice: “en la práctica, podría ser difícil determinar si una caída de un 25% en las concepciones realmente está indicando una recesión futura. Sin embargo, esto también es un problema con muchos indicadores económicos comúnmente usados”.

Indicadores inusuales

Si los economistas comenzaran a tomar nota, no sería la primera vez que se proponen indicadores inusuales de desempeño económico. Ya en la década de los ‘20, se sugirió que la longitud de las faldas de las mujeres seguía el rendimiento del mercado bursátil (subiendo y bajando conjuntamente).

El presidente de Estée Lauder, Leonard Lauder, propuso un índice del lápiz labial en 2001, argumentando que las compras de cosméticos eran inversamente proporcionales a la salud de la economía. La idea luego fue desacreditada. La recesión de 2008 dio lugar al índice de corbatas, cuyas ventas, según se afirmó, aumentaron a medida que los empleados temían por su trabajo.

Alan Greenspan, el expresidente de la Reserva Federal de EEUU, rastreó las ventas de ropa interior masculina, que según él cayeron al comienzo de las recesiones cuando los hombres (y sus parejas en su nombre) demoraron la compra de ropa interior nueva durante tiempos económicos difíciles.

Es posible que las tasas de natalidad caigan durante las recesiones debido a un aumento en el número de embarazos que terminan en aborto o aborto espontáneo. Pero después de estudiar los datos disponibles, los autores concluyeron que estos no aumentaron lo suficiente como para dar cuenta del resultado que encontraron.

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