Principales bancos europeos pierden en bolsa US$ 132.098 millones

El Deutsche Bank es sólo la punta del iceberg. Esa es la conclusión que se puede sacar al analizar la realidad de los bancos europeos, al menos en lo que respecta a su evolución en bolsa. En lo que va del año, el emblemático banco alemán ha tenido una pérdida de 45,26% en su capitalización bursátil, nada menos que US$ 15.344 millones menos. Sin embargo, no se trata del que ha perdido más valor en Europa, ni en términos porcentuales ni absolutos. Los italianos Unicredit e Intesa Sanpaolo han disminuido su capitalización bursátil en más de US$ 19.000 millones, mientras que en términos porcentuales el Deutsche Bank se ubica como el séptimo que más ha caído en el año entre los 24 miembros del índice Euro Stoxx Banks Price.

El indicador ha descendido 21,1% en capitalización bursátil, lo que equivale a US$ 132.098 millones, a lo que se suma que sólo uno de los 24 integrantes del índice muestra números azules en valor en bolsa durante este año.

Desde España la directora del departamento de análisis de Renta 4 Banco, Natalia Aguirre, señala que “el entorno operativo es complicado, con unos tipos de interés en mínimos o negativos que pesan sobre la rentabilidad del sector, a lo que se añaden las exigencias regulatorias y las presiones que provoca la digitalización”.

En este escenario son los bancos italianos los más complicados, lo cual queda en evidencia con el desempeño en bolsa de los miembros del índice. Sin embargo, la negativa situación se expande a Alemania, España, Francia, e incluso Holanda y Austria.

Proyecciones

Y tras desplome que hasta ahora hemos visto, el panorama podría ser peor. De acuerdo a Aguirre, podríamos ver caídas adicionales en el sector financiero en lo que queda del año, “y por derivada, en los índices, teniendo en cuenta el peso especialmente relevante del sector financiero en determinados índices bursátiles, como el Ibex 35 o el italiano Footsie Mibtel”.

Más allá de Europa, de empeorar la situación la especialista habla sólo de efectos indirectos en América Latina, dado que el escenario de la banca es distinto al del viejo continente. Además, agrega que las entidades con alta presencia en la región podrían potenciar su expansión para compensar las bajas rentabilidades en el mercado europeo.