Cartas

Ataque al corazón de Chile

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Señora Directora:

Lo que hace tres semanas se interpretó como el inicio de un estallido social debido a un prolongado malestar de la ciudadanía (que incluyó la destrucción coordinada y simultánea de decenas de estaciones del Metro de Santiago, el daño a propiedad pública y privada y saqueo al comercio), hoy ya está claro que tiene un propósito muy distinto que el de representar el sentir de los chilenos y mejorar sus condiciones de vida.

Lo que buscan esos mismos sectores minoritarios es la destrucción total del sistema, con una estrategia muy clara: un ataque al corazón de Chile, que tiene como directos afectados a la inmensa clase media y los sectores más desposeídos.

Sí, porque atacar el principal transporte público, por el que se mueven a diario tres millones de capitalinos, y destruir o impedir que funcionen con normalidad micro, pequeñas y medianas empresas que dan trabajo a una enorme cantidad de chilenos, como sigue ocurriendo hasta hoy en todo el país, representa un golpe letal.

En estos momentos aciagos, uno esperaría del Estado una señal de autoridad contundente, pero lejos de eso, se le restringe aún más a Carabineros los escasos recursos que tienen para disuadir el actuar de los violentistas. Son ellos la última línea entre la mayoría que queremos seguir viviendo en una sociedad civilizada, y quienes nos quieren llevar a una suerte de estado de naturaleza.

Carlos Cuadrado S.

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