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Trump abre oportunidades para la integración regionalS

Por: Osvaldo Rosales | Publicado: Lunes 27 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Trump ya está en la Casa Blanca y cunden las amenazas a la economía, la política y el clima mundiales. Siendo así, ¿es posible esperar algo positivo para América Latina (AL)? Mi respuesta es sí, pero dependiendo de lo que haga AL.

1. Más México: Una vez que Trump descarta el Nafta y presiona por una renegociación “más beneficiosa” para EEUU, México buscará nuevas oportunidades para parte de sus exportaciones, particularmente las automovilísticas. La región y particularmente Brasil asoman como una oportunidad. Ello requiere que México pueda abrir su mercado a los rubros agrícolas y agroindustriales, donde Brasil es más competitivo.

2. Más Canadá: Canadá también se verá afectada. Podría reforzar sus vínculos con México y con toda la región. Cercanías políticas y una mirada compartida sobre una globalización más humana facilitan este mayor acercamiento.

3. Acuerdo UE-Mercosur: Los líderes políticos de la Alianza del Pacífico (AP) debieran encabezar un accionar intenso en Berlín, Bruselas y París respecto de la conveniencia de este acuerdo para los europeos, una vez que el TTIP también se desmorona. Negocio político y económico de envergadura es el que haría la UE, anticipándose a EEUU y a China en tener acuerdo comercial prácticamente con toda la región. Concurrirían a este acuerdo, además del Caribe, los 16 países que suman México, C. América, R. Dominicana, Panamá, Ecuador, Colombia, Perú, Chile y los 4 del Mercosur. Con este acuerdo, estos países tendrían compromisos con la UE que no todos tienen entre ellos (inversión, servicios, compras públicas, propiedad intelectual). El siguiente paso sería consagrar estos compromisos entre todos ellos, abriendo paso a una integración seria y profunda.

4. Prepararnos para la próxima crisis global: La Trumpnomics (recortes tributarios, aumento del gasto en defensa, inversión en infraestructura financiada con deuda) asegura una crisis financiera de proporciones en los próximos 18 o 24 meses. El impacto inicial estimulará la economía norteamericana, en un contexto de casi pleno empleo, valorizando el dólar, inflando burbujas financieras y bursátiles, obligando a la Fed a sucesivas alzas en la tasa de interés. Dado el gigantesco stock de liquidez existente, esa crisis podría ser más severa y duradera que la subprime, con el agravante de contar con menos instrumental fiscal y monetario para enfrentarla. AL debiera anticiparse, reforzando sus mecanismos regionales de apoyo en balanza de pagos, swaps de reservas internacionales y líneas de crédito compartidas entre banca multilateral y de fomento para preservar inversión en infraestructura, innovación y educación.

5. El TPP ha muerto, viva otro TPP: EEUU ya no es parte del TPP pero el vínculo transpacífico sigue siendo necesario. Los países de la AP debieran promover un urgente diálogo con Corea, Japón y los países ASEAN miembros del TPP para reconstruirlo, depurado de las exigencias abusivas de EEUU en propiedad intelectual, disputa inversionista-estado, entre otras. La reformulación del acuerdo, recogiendo las realidades productivas (cadenas de valor), tecnológicas (Internet, e-commerce) y comerciales del siglo 21 y en armonía con las necesidades de los países en desarrollo bien podría incluir a China.

6. Acercamiento a China: Un mayor vínculo AP-Mercosur permitiría esbozar programas claves para discutir y negociar con China. Encuentros técnicos y políticos en busca de esa agenda debieran concretarse este año, de modo de llegar a la próxima Cumbre CELAC-China con prioridades regionales y subregionales bien perfiladas. Esto permitiría aprovechar mejor la cooperación china en lo que hace a la diversificación de nuestro perfil exportador, a la atracción de inversiones en manufacturas, infraestructura y servicios y a la construcción de una red de apoyo en balanza de pagos.

7. Convergencia AP-Mercosur: Todo lo anterior tiene un gran requisito: la convergencia entre la AP y Mercosur. Se requieren liderazgos audaces, con vocación estratégica, comprometidos con la innovación, la igualdad y el desarrollo sustentable en economías abiertas. En un clima de elevada incertidumbre internacional, la región tiene la necesidad histórica de mejorar sus mecanismos de defensa, reforzando su integración regional y sus vínculos con Canadá, con la UE y con el mundo asiático.

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