La oportunidad perdida de Perú

Los diputados de la oposición en Perú presentaron una moción de destitución en contra del presidente Pedro Pablo Kuczynski. Esta es la segunda iniciativa de ese tipo que enfrenta el mandatario en menos de tres meses. A mediados de diciembre sobrevivió a un primera impugnación tras recibir el inesperado respaldo de un sector del fujimorismo, pero la polémica resurgió rápidamente luego de que PPK aprobara un indulto al exdictador Alberto Fujimori, lo que generó suspicacias sobre un supuesto pacto secreto de apoyo.

Las acusaciones contra el gobernante se enmarcan dentro de una ofensiva general en el país ante los millonarios sobornos pagados por la unidad local de la constructora brasileña Odebrecht. Los esfuerzos de las autoridades por aumentar la transparencia y combatir la corrupción representan un gran avance hacia una sociedad desarrollada, pero pocos dudan de que tras las acusaciones existen también motivaciones políticas. Y el clima de confrontación interna podría complicar ahora la recuperación de la economía peruana.

PPK ha asegurado que no pretende renunciar y ha advertido que su remoción hundiría al país en el caos. Según el presidente, en medio de las continuas disputas, el país podría desperdiciar la oportunidad de capitalizar las señales de reactivación.

Pero incluso si sobrevive a esta nueva ofensiva en su contra, su mandato parece ya completamente socavado, cuando su administración todavía no inicia su segundo año.

Sin mayoría en el congreso, su gobierno ha perdido la iniciativa de la conducción política y la popularidad del presidente está en mínimos. Todo indica que el optimismo e impulso con el que comenzó su gestión ya no volverá.