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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 2 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.

¿Voto obligatorio?

Señor Director:

Considerando el escenario de alta abstención electoral evidenciada en las recientes elecciones municipales, que a nivel nacional llegó a un promedio del 65%, han surgido algunas voces que plantean restablecer la obligatoriedad del voto, solucionando así el problema de la falta de participación ciudadana en procesos electorales.

Si bien es cierto de una legítima preocupación de la que todos los sectores políticos y la sociedad en su conjunto deben hacerse cargo, volver al voto obligatorio no es la solución. Puede ser una alternativa tentadora por lo fácil de resolverse: un proyecto de ley y su aprobación. Sin embargo, el problema es mucho más de fondo, y tienen que ver, entre otros fenómenos, con una desconfianza generalizada de la población con las instituciones fundamentales para la vida en sociedad: Gobierno, Congreso Nacional, Partidos Políticos y Poder Judicial.

Así, el voto obligatorio lo único que tendrá por objeto es forzar a los electores a concurrir a las urnas, y de este modo elegir y renovar autoridades. Pero en ningún caso servirá para tener más y mejor democracia. El esfuerzo requerido es mucho más grande que un simple proyecto de ley: necesita un acuerdo político transversal, que involucre a todos los actores de la escena nacional, para devolver a la ciudadanía la confianza.

Leopoldo Ramírez Alarcón

Coordinador Nacional Facultad de Derecho, Universidad Santo Tomás

Telemarketing

Señor Director:

Concuerdo y apoyo totalmente lo expresado por señor Hugo Zamorano en su carta (publicada en la edición del jueves 27 de octubre), en el sentido de que ya son insoportables los llamados telefónicos o envíos de correos electrónicos de empresas de diferentes rubros, especialmente telefónicas, retail, bancos y financieras, en que llaman a veces entre 5 y 10 veces al día para ofrecer sus productos o servicios. A pesar de decirles que no hay interés y que no llamen más o no envíen correos, no les importa y con absoluta falta de respeto y desfachatez vuelven a llamar a la hora siguiente. También llaman fuera del horario, días festivos, domingos y sábados en la tarde, lo que está prohibido por la ley. Eso no les importa ya que nunca son sancionados y si lo son es una multa ridícula.

Debe cambiarse la ley y debiera estar prohibido llamar o enviar correos a todas las personas. Solamente podría hacerse, siempre y cuando, la o las personas hayan autorizados por escrito en que solicita o autoriza se le llame por teléfono, envíe correos electrónicos o correspondencia escrita (folletos) con publicidad u ofrecimiento de servicios o productos, cualquiera estos fueran. En caso de no respetar la ley que se les sancione con una fuerte multa, que los haga evaluar bien el costo beneficio de no respetarla. Si se reitera, multa doble.

Eduardo Germain Concha

Abstención y democracia

Señor Director:

Es más que preocupante lo sucedido en la última elección de alcaldes y concejales, pues la abstención superó los límites permitidos por toda Nación que se autoproclama democrática.

Ante esta realidad, pueden surgir liderazgos populistas y demagogos, ya sea de extrema derecha o izquierda, que conducen a los ingenuos que crean en ellos, finalmente al término de la democracia, sobreviniendo la pobreza y el quiebre de nuestra economía sana y toda suerte de males que ningún chileno bien nacido se merece. Para concluir es necesario que todas las fuerzas políticas democráticas reconocidas legalmente hagan un mea culpa y unan sus esfuerzos para recuperar la confianza de todos los indecisos que se abstuvieron. Por su parte el Gobierno debe enmendar el rumbo y escuchar las legítimas peticiones de la ciudadanía y en la medida de lo posible dar solución a éstas.

Finalmente urge un cambio de Gabinete con mayor participación de independientes, que corrijan los errores detectados siguiendo las instrucciones de la Presidenta de la República, cuyo liderazgo y autonomía debe estar por sobre los Partidos Políticos que integran la Nueva Mayoría, ya que ella es la Presidenta de todos los chilenos.

Eduardo del Carmen Hernández

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