Los del Callao. Sicariato, extorsión, tráfico de drogas y delitos contra la propiedad. Articulación con puertos y corredores logísticos peruanos, con proyección hacia la macrozona norte de Chile. Eso facilita el movimiento de personas, bienes y capitales ilícitos sin necesidad de exhibir control territorial abierto.
La Jauría. Red de extorsión muy agresiva, con uso de armas y violencia selectiva. Dominación local basada en el temor.

1 banda de República Dominicana
Los Trinitarios. Narcotráfico, tráfico de armas, delitos contra la propiedad, homicidios y secuestros. “Exportan” una identidad pandillera y una marca criminal -colores, signos, códigos visuales- que funciona como cohesión interna e intimidación externa.
4 bandas “invisibles”
“En paralelo a las bandas de ‘alta visibilidad’, Chile puede estar expuesto a estructuras mucho más poderosas que operan con baja firma pública. Desde mi experiencia, lo realmente peligroso suele ser lo menos visible”, señala Zeballos.
La italiana ’Ndrangheta. A través de clanes familiares, controla corredores de cocaína hacia Europa y blanquea capitales mediante empresas legales. Actúa con emisarios y proveedores de servicios. En Chile, sin exhibir control armado de calle en Chile, prioriza vínculos logísticos y financieros de baja exposición.
Mafias de habla albanesa. Operan con redes transnacionales y alianzas con carteles latinoamericanos y mafias europeas. Puentes financiero-logísticos, colaboran con organizaciones como Sinaloa o la ’Ndrangheta. Montan cadenas discretas de transporte, cobro y lavado en puertos y nodos de comercio exterior.
Las tríadas chinas. Tienen sofisticados mecanismos de blanqueo anclados en redes comerciales. Son actores idóneos para camuflar flujos ilícitos en volúmenes legítimos y operar con muy baja visibilidad policial.
El Primeiro Comando da Capital (PCC). Nacido en prisiones brasileñas, evolucionó hacia una red regional de perfil empresarial, apoyada en la subcontratación y el control de tramos hasta los puertos. En Chile, el riesgo principal no pasa por una presencia armada ostensible, sino por su inserción en logística portuaria y lavado a través de terceros.
5 factores fundamentales
“Para lograr proyectos en el tiempo -con arraigo, expansión y legitimidad social en etapas más avanzadas-, las organizaciones criminales requieren al menos cinco factores fundamentales”, dice Zeballos.
1. Un método de ingreso eficaz. En Chile, lo que más ha impactado es la violencia desmedida e irracional, y métodos despiadados o poco comunes en nuestra historia delictiva. “Esa brutalidad abre camino y, a la vez, aterroriza a rivales y comunidades”.
2. Una identidad propia, una marca criminal. Ésta se potencia con un método violento y consolida códigos internos de conducta e imposición hacia la población sometida.
3. El control de un territorio, una instalación estratégica o un mercado ilícito definido. Es la base de su poder y el espacio donde ejercen gobernanza criminal.
4. El reclutamiento temprano de niños y adolescentes. Indispensable para asegurar la continuidad de la organización.
5. La capacidad de modificar las políticas públicas de un país. Es el factor más importante y que lo diferencia de la delincuencia común. Debilitan o coopta esas políticas, con el objetivo final de inyectar las ganancias ilícitas en la economía formal. El camino, invariablemente, será siempre la corrupción y la penetración del tejido social.