Cartas

Cartas al Director

  • T+
  • T-

Compartir

Cuba y EEUU, un tema no resuelto

Señor Director:
El anuncio hecho por Washington y La Habana debe asumirse con cautela en torno a su éxito pleno.
La decisión política esbozada por Obama, si bien puede iniciarse a través de decretos presidenciales, requiere necesariamente –al menos en los temas de fondo- de la aprobación de un Congreso donde los demócratas no tienen mayoría.
En este sentido, Obama tiene una ardua labor en el escenario norteamericano, ya que deberá convencer a sus opositores -incluso a algunos de los suyos- de que el cambio absoluto del contexto político internacional obliga a una readecuación de la estrategia norteamericana respecto a Cuba, especialmente si se considera que el bloqueo no sirvió para conseguir la democratización de cubana tras 52 años de su implementación.
El presidente de Estados Unidos –entendiendo que la justificación histórica del bloqueo radicaba en la inexistencia de libertad y de democracia dentro de la isla- tendrá que explicar y convencer al Congreso de las razones por las que hoy el régimen de Cuba resulta más confiable que antaño, asumiéndose de facto el fracaso del "espíritu" democratizador de sus antecesores, situación que no resultará fácil de asumir a un Congreso con escasa renovación.
Ante todo ello, y entendiendo lo complejo de la modificación de una realidad estructural en la política exterior norteamericana, es altamente probable que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba no se resolverá en este período presidencial, lo que conllevará a que sea unos de los principales tópicos de discusión en las próximas campañas presidenciales, complicando su potencial implementación al ser un tema con altos matices electorales.

Pedro Díaz Polanco, Director Ciencias Políticas. Universidad San Sebastián

Poder adquisitivo de los sostenedores

Señor Director:
Uno de los temas poco analizados y discutidos sobre el proyecto de ley respecto a la Reforma Educacional es cómo evolucionarán los ingresos reales de los sostenedores de acuerdo a la manera como estos se irán reajustando en función de los artículos de la ley.
Quiero pensar que detrás de esto no hay intencionalidad de eliminar rápidamente la educación particular subvencionada, por hacerla absolutamente inviable financieramente, sino más bien una desprolijidad, lo que también es grave en una reforma que afecta varias generaciones.
Si se lee con detalle los artículos de la reforma, se concluye que el sistema que va reemplazando el financiamiento compartido por las subvenciones, unido a dejar estancado el primero sólo al IPC, hace que el poder adquisitivo de los sostenedores vaya deteriorándose año a año.
Efectivamente, la Unidad de Subvención (USE) tradicionalmente se ha reajustado más que la inflación, para dar cuenta de los reajustes reales de los sueldos de los funcionaros públicos, entre ellos los profesores, en promedio 2% al año. Un colegio, con copago máximo, además de no terminar nunca con el copago, pierde un 25% de su poder adquisitivo al año 8; un 40% al año 20; y llega a la mitad en el año 30. Jamás llegará al copago cero, sino que sólo irá bajando el copago, pero disminuyendo progresivamente su poder adquisitivo.
¿Cuál es el objetivo final? ¿Terminar rápidamente con la educación particular subvencionada? ¿Hacerlos inviables? Sus posibilidades son claras: cerrar, transformarse en particular pagado- si puede- o bajar la calidad.
Para los colegios con subvención de $ 50 mil y un copago de $ 20 mil al 4° año pierden el 14% del poder adquisitivo y de ahí, con el subsidio por gratuidad, recupera en el tiempo algo de su poder adquisitivo.
¿Por qué se produce esto? Simple, porque el UF por UF (que al principio era peso a peso, aún peor), no reconoce los reajustes de remuneraciones por sobre el IPC. El Colegio de Profesores algo tendría que decir; los estudios existen. Con la reforma se producirá una inviabilidad de los colegios particulares subvencionados.

Víctor García Ossa, Economista

Lo más leído