Descentralización efectiva, sin tanta atribución extra
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Señora Directora:
El país necesita un proceso de descentralización que entregue a las regiones grados de autonomía en sus decisiones de inversión y desarrollo, bajo el convencimiento de que esto permitirá aprovechar las potencialidades particulares de cada territorio. Pero hasta ahora las propuestas no van al fondo del problema: los bajos recursos con que cuentan las regiones.
Los fondos que administran las regiones llegaron a 2,83% del presupuesto total de la Nación en 2015 y bajaron a 2,18% este 2021, coincidiendo con la histórica baja de 21,6% del FNDR, lo que demuestra que, al menos a este Gobierno, la regionalización le disgusta.
Leyes de traspaso de atribuciones sólo agregarán burocracia al sistema, y una ley de rentas regionales deberá buscar no solamente fórmulas de reparto que aseguren un desarrollo armónico, sino que ideas sobre dónde aplicar estos nuevos impuestos. Hasta que eso ocurra no habrá solución a las demandas sociales en el corto o mediano plazo.
Deberíamos partir al revés, simplificando el sistema y concentrando la actividad de los consejos regionales en inversión y desarrollo regional, evitando inmiscuirse en todo aquello que los municipios pueden realizar en mejor forma (por ejemplo, la asignación de recursos a organizaciones intermedias, clubes deportivos, juntas de vecinos, etc). Adicionalmente disminuir la cantidad de fondos específicos concentrando todo en el FNDR que se reparte en base a una formula conocida, y por último, establecer que las regiones administren el 5% o 10% del presupuesto de la Nación en un plazo conocido.
Sin tanta atribución extra y sin necesidad de grandes cambios normativos, que tengan el doble o triple de recursos con un horizonte de al menos cinco años permitirá que se puedan acometer, en conjunto con los ministerios, aquellos proyectos realmente relevantes para cada región.
Jorge Condeza Neuber
Ingeniero comercial (Concepción)