Cartas

Parcelas de agrado, privilegios y escasez hídrica

  • T+
  • T-

Compartir

Señora Directora:

La alcaldesa de Valdivia, Carla Amtmann, suspendió seis proyectos inmobiliarios debido al impacto ecológico, medida que debe ser aplaudida y analizada. Pone el acento en el auge de las parcelas de agrado, que han aumentado tanto en la región Metropolitana como en la de Valparaíso, y si bien no necesariamente se generan con el mismo mecanismo denunciado por la alcaldesa valdiviana, es una práctica común el formar estrés en las napas subterráneas a través de los permisos de aguas que termina siendo utilizada para el riego de las áreas verdes de los dueños de dichas parcelas.

En otras palabras, ocurre que quienes poseen la capacidad de comprar parcelas de agrado, terminan no pagando el valor del agua potable para el riego y utilizando el agua de napas subterráneas, donde su valor ya después de haber adquirido los derechos de agua tiende a cero. Sobre este punto, es necesario recordar las voces que apuntan al privilegio de tener pasto, considerando que se vive una escasez hídrica generalizada.

Debido a esto, la discusión sobre las parcelas de agrado nos orienta hacia la necesidad de una reformulación del código de aguas y evitar el acceso privilegiado a un recurso que cada vez se hace más escaso.

Sebastián Egaña

Académico Economía y Negocios UST

 

Lo más leído