Apple se desmarca de Jobs

Pasaron meses en que consumidores e inversionistas de una de las marcas más potentes del mundo se preguntaron cuál sería el futuro de Apple tras la muerte de su fundador y principal “alma creativa” Steve Jobs. Todos estuvieron a la espera de productos que volvieran a sacudir al mundo entero, pero el vuelco se presentó por un ala diferente, pero no menor del negocio.



Tim Cook, presidente ejecutivo de la marca, cumplió un anhelado deseo de los inversionistas al anunciar que la empresa volverá a pagar dividendos y recomprará acciones por 
US$ 45.000 millones en tres años. Con este audaz giro, Apple termina su duelo y se desmarca con bríos de la política de Jobs.

Durante años, la compañía tecnológica más valiosa del mundo se preocupó de “fabricar productos excelentes”. Hoy, éste será un valor agregado que sin duda estará presente, pero que dará paso a la entrada en el mundo de las finanzas, las acciones y las inversiones con retorno.

Cook anunció sin miedo que se usó parte del efectivo para realizar grandes inversiones en el negocio mediante un incremento de las inversiones y el desarrollo, adquisiciones, apertura de nuevas tiendas minoristas, prepagos estratégicos y gastos de capital en nuestra cadena de suministros. Muchos cambios para una empresa que siempre fue la más vanguardista en su línea en todo lo relacionado a creación de productos y tecnologías, pero conservadora al momento de enfrentar decisiones más profundas en el negocio mismo.

Con estas primeras declaraciones de “nuevos” principios, las acciones de Apple, que ya habían ganado más de 50% desde la muerte de Jobs, alcanzaron un récord de más de US$ 600, animadas por la percepción de los inversionistas de que Cook ha tomado las riendas de la empresa.

Para los amantes de los gadgets tecnológicos, Cook anunció que Apple no perderá su espíritu al momento de sorprender a sus usuarios. Vendrán, tal vez, las nuevas versiones de los aparatos que ya están entre nosotros (Iphone, IPad, Ipod) y llegará alguna vez la televisión que Jobs soñó antes de morir. Pero por ahora, Apple ha demostrado a los mercados mundiales que es una empresa que hace las cosas bien. Y que si se trata de jugar en las grandes ligas de los accionistas, también están preparados a hacer los cambios necesarios para seguir en primera línea. Un punto para Cook y uno más para la compañía de la manzana, que ha hecho suyo el dicho de renovarse o desaparecer.