Tres claves para la política exterior de Kast
CARLOS CRUZ INFANTE Director de lunae advisory
Es sabido que el mundo vive el momento de mayor incertidumbre y crispación militar desde que se tienen registros históricos. Que China y Estados Unidos están en pugna, o que potencias emergentes, como India, Brasil e Indonesia, adoptan posturas tendientes a la multipolaridad es importante, pero no olvidemos que la geopolítica es también un asunto doméstico. Y, en este contexto, hay tres elementos clave que el futuro Gobierno de José Antonio Kast puede aprovechar para mantener cierta estabilidad en el equilibrio geopolítico que ha logrado Chile.
En primer lugar está el hambre europea por expandir su influencia geopolítica. Chile alberga más del 10% de las reservas mundiales de minerales críticos para la transición energética y la Unión Europea pretende ser uno de los líderes de dicha transición. Tal como ha ocurrido en los ámbitos del hidrógeno verde y del litio, los europeos han aportado con conocimientos y tecnología de punta. Ergo, entablar una diplomacia científica robusta, fluida y flexible con el bloque podría ser de alto impacto político y económico para el país.
“El impulso de una diplomacia científica y otra minera, además de resguardar la reputación de las industrias estratégicas pueden ser los puntos de partida”.
Segundo, y ligado a lo anterior, es recomendable que el mandatario electo lleve adelante, también, una estrategia de diplomacia minera seria. Chile tiene los mejores técnicos del área a nivel mundial y minas que entrarían en la lista de las siete maravillas de la ingeniería. Sin embargo, los estudiantes de la industria siguen eligiendo destinos sajones. Si el capital humano y las universidades de excelencia en la materia ya están desarrollados, ¿por qué no generar un hub de conocimiento minero? No es necesario invertir, sino comunicar con dirección, decisión y selectividad. Atraeríamos talento y posicionaríamos a Chile en el mapa del conocimiento minero.
Tercero, y probablemente lo más crítico: resguardar la reputación de las industrias estratégicas nacionales. Como he comentado antes, muchas de las narrativas más perjudiciales para la minería, la salmonicultura y la industria forestal son originadas, articuladas y desplegadas por entidades fuera de nuestras fronteras. Ya sea que provengan de Estados u ONG de dudosa imparcialidad y con financiamientos poco claros, esas narrativas nos explotan en la cara cuando un medio local las divulga citando a The Guardian, el New York Times o El País. Cuando eso ocurre, es demasiado tarde para resguardar la reputación de nuestra marca país. Un área de InvestChile dedicada a monitorear dichas narrativas, plantear escenarios y diseñar las estrategias correspondientes parece, entonces, imperativa.
La clave está en seleccionar pocos puntos de gestión, pero escogerlos bien. Afortunadamente, nuestra política exterior ha sido exitosa y ha gozado de continuidad, algo que pocos en la región pueden exhibir. El Presidente electo tiene la oportunidad de dar un paso más allá y legar algo más que tratados comerciales y buenas relaciones. Puede plantear una estrategia para hacernos realmente atractivos como destino.
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