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Cultura y liderazgo en tiempos de teletrabajo

Jacqueline Balbontín, VP Gestión de Personas y Cultura & Asuntos Corporativos Scotia Chile, y socia REDMAD

Por: Jacqueline Balbontín, VP Gestión de Personas y Cultura & Asuntos Corporativos Scotia Chile, y socia REDMAD | Publicado: Jueves 7 de octubre de 2021 a las 20:29 hrs.
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Jacqueline Balbontín, VP Gestión de Personas y Cultura & Asuntos Corporativos Scotia Chile, y socia REDMAD

Poca duda cabe de que el Covid-19 revolucionó la forma de trabajar. Y si bien algunas empresas llevábamos algunos años dando pasos hacia el teletrabajo, lo cierto es que, con la pandemia, la mayoría de las compañías han debido adaptar sus modalidades de trabajo a funciones remotas o mixtas.

Dentro de los tantos desafíos que este cambio de paradigma laboral conlleva está el cómo seguir construyendo una cultura organizacional sólida y cómo mantener equipos unidos y "camiseteados" mientras trabajamos de forma remota.

La hiperconectividad y la fatiga por las restricciones de movilidad que hemos tenido por un período largo de tiempo han aumentado el estrés en las personas que, como seres sociales, necesitan el contacto permanente y la relación personal con otros para la formación de vínculos de confianza. Y este fenómeno se observa en todo orden, por ejemplo cuando el entrenador de la selección convoca a los jugadores, que provienen de distintos equipos y países, no solo genera instancias de entrenamiento, sino también de esparcimiento y conexión personal entre los miembros del plantel.

En un mundo donde todo indica que primará el modelo laboral mixto, los líderes -los "directores técnicos" de los equipos- juegan un rol fundamental: un liderazgo positivo es clave para generar lazos de confianza y forjar grupos humanos comprometidos, donde cada uno se sienta protagonista y entienda la relevancia de su rol para la organización.

Igual de relevante es generar puntos de encuentro para, por un lado, estar cerca de nuestros colaboradores, conocer su historia y motivaciones, y, por otro, fomentar esa mística que une a los miembros de un equipo en torno a un objetivo común.

Los líderes deben, además, transmitir con claridad las metas, con objetivos medibles, entregándoles autonomía, pero también acompañamiento para alcanzar un alto desempeño. Esto, por ejemplo, a través de estructuras de trabajo flexibles, puntos de planificación, seguimiento y reporte de los logros a corto plazo. Los canales de comunicación deben ser permanentes para mantener la cercanía con otros integrantes del equipo. En definitiva, manifestarles y demostrarles que cuentan con la "confianza del técnico".

El desafío de nutrir el compromiso en el formato remoto está fundamentado en el valor compartido y en la importancia de generar un círculo virtuoso para todas las partes. Por este motivo, las organizaciones deben poner en valor el talento de sus colaboradores y promover una cultura de reconocimiento, con feedback constante, que demuestre que los equipos van por buen camino.

Propiciar en los equipos un ambiente de trabajo grato, colaborativo, con las herramientas que éstos necesitan para realizar sus funciones, es clave para mantener el compromiso con la organización, pero igual de importante es crear un entorno basado en la confianza, en el que prime el respeto y haya flexibilidad, que les permita equilibrar su vida personal con la profesional.

Este equilibrio ha sido difícil de lograr, ya que durante la pandemia muchos han debido teletrabajar y, al mismo tiempo, preocuparse de las tareas domésticas, ser profesores de sus hijos durante las clases online, entre otras funciones. Ligado con lo anterior está el gran impacto del Covid-19 en el empleo femenino y el desequilibrio que existe hoy en materia de distribución de funciones y de condiciones laborales entre hombres y mujeres. Y en ello, las empresas jugamos un rol fundamental: tenemos la responsabilidad de promover la corresponsabilidad, de impulsar a que ambos compartan roles por igual tanto en el hogar como a nivel familiar y de eliminar la brecha salarial, que según el INE hoy es cercana al 27%. En el caso de Scotia, llevamos años trabajando en esa línea, promoviendo el trabajo a distancia, entregando beneficios flexibles, jornadas especiales parentales y eliminando la brecha salarial, que con mucho orgullo podemos decir que hoy es menor a 3%.

Lo cierto es que la pandemia aceleró cambios que ya se venían dando en el mercado laboral y que las empresas que no sepan adaptarse perderán atractivo. Este es el partido que estamos jugando hoy.

* Jacqueline Balbontín será panelista del Summit "Reactivación económica con equidad de género".

 

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