Con más de dos décadas de experiencia en la televisión como actor y guionista, unido a su veta de director -de películas como Stefan v/s Kramer y El Derechazo-, Leonardo “Lalo” Prieto quería levantar un medio propio, en parte por la crisis que veía en la industria y en parte porque quería más libertad creativa. Así surgió Porcel TV, un canal que si bien partió su marcha blanca en marzo, en este mes de agosto entró a funcionar en régimen, transmitiendo por streaming y cable.
En la empresa, el 80% de la propiedad la tiene Prieto, un 10% es del empresario Ricardo Larraín (Tecnofast) y un 10% Rodrigo Ferrari, un exejecutivo de Unilever, ingeniero de profesión, pero con alma de actor y que hoy es el director comercial de la compañía medial.
El canal se transmite en redes sociales -YouTube, Instagram y Tik Tok- y en el cable tanto en Chile como en Perú a través de Zapping, con programación que hoy dura ocho horas, pero que se espera elevar a 12 horas.
Pese a su corta vida, Ferrari estima que de aquí a finales de año ya estará en equilibrio financiero y que han concitado el interés de varios auspiciadores tanto por el contenido como por el modelo de negocios.
Porcel TV tiene 43 empleados y 20 de ellos son rostros de los programas. La mayoría son influencers que amplifican los contenidos del canal a través de sus propias redes sociales.
La inversión inicial del negocio, que llegará a $ 1.000 millones a fines de año, fue básicamente para tecnología de última generación, como cámaras sin camarógrafos, potentes equipos de iluminación y de edición.
¿Y el público? Quien también fuera creativo de la campaña de José Antonio Kast en el 2021, cuenta que la audiencia es amplia, entre 20 y 40 años, aunque han logrado capturar preferentemente el segmento de entre los 28 y 34 años, de un perfil socioeconómico muy amplio, “desde Las Condes a Puente Alto”, y que, según Prieto, es un segmento un tanto huérfano de la televisión tradicional.