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Columnistas

Efectos duraderos de la invasión de Rusia a Ucrania

HERMANN GONZÁLEZ B. Clapes UC

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 3 de junio de 2025 a las 04:02 hrs.

La guerra entre Rusia y Ucrania cumplió tres años en febrero y aún impacta al mundo, aunque en forma distinta al inicio del conflicto. El conflicto partió cuando el mundo se recuperaba de los devastadores efectos de la pandemia del Covid-19, elevando la incertidumbre, la inestabilidad geopolítica y sumando presiones inflacionarias.

Rusia es el tercer productor mundial de petróleo después de EE UU y Arabia Saudita. Ucrania es uno de los principales productores y exportadores del mundo de trigo, maíz y aceite de girasol. Ambos países son también actores relevantes en el mercado global de fertilizantes, un insumo clave para la producción de alimentos. De esta forma, el conflicto impactó inicialmente la producción y los precios de bienes básicos para el consumo y acentuó los problemas de la cadena global de suministros, presionando la inflación al alza y obligando a los bancos centrales a mantener las tasas de interés altas por más tiempo.

“Los mercados globales se han acostumbrado a este conflicto, lo que reduce la atención de quienes podrían acelerar su solución”.

En 2022, Ucrania sufrió una caída del PIB de 30% y el desempleo saltó de 10% a 25%. Los gastos asociados a la guerra llevaron a que la deuda pública subiera desde 50% del PIB a 90% del PIB. Los daños económicos son enormes, pero las pérdidas de vidas humanas son dramáticas. Aunque existen diversas cifras, en el conflicto por lo menos han muerto 30 mil soldados y 12 mil civiles ucranianos. Por otro lado, estimaciones del el Banco Mundial, el Gobierno de Ucrania y otras instituciones muestran que el costo estimado de la reconstrucción del país superará US$ 500 mil millones, cifra equivalente a aproximadamente 2,8 veces su PIB en 2024. Pero el conflicto sigue y los daños continúan aumentando.

Esta guerra también fue un factor determinante en las elecciones que dieron por ganador a Donald Trump en EEUU. Por un lado, los recursos destinados por Estados Unidos para apoyar a Ucrania polarizaron a los votantes. Por otro, el aumento de la inflación, exacerbada por la guerra, influyó en la percepción económica de los votantes, lo que fue una variable crítica para el resultado electoral. Aunque no toda la explicación del aumento de los precios obedece a la guerra, el descontento ocasionado por el mayor costo de vida, fortaleció la narrativa republicana en contra de la gestión económica del Gobierno demócrata.

Los mercados globales se han acostumbrado a este conflicto, lo que reduce la atención de quienes podrían acelerar su solución. Los precios internacionales de los granos, de la energía y de los fertilizantes han bajado a los niveles previos a la invasión. Los riesgos geopolíticos también han disminuido y el protagonismo hoy lo tienen otros conflictos, como la guerra comercial.

Aunque, aparentemente, los efectos de la guerra se han disipado, los costos humanos y económicos para Ucrania, así como los efectos en la política internacional -incluyendo en parte la guerra comercial en curso- y los cambios en la política de seguridad energética y militar europea, son consecuencias más duraderas de este conflicto.

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