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DF Conexión a China | El dilema de China que complica al mundo

Fernando Gómez Socio DVA Capital

Por: Fernando Gómez | Publicado: Miércoles 18 de mayo de 2022 a las 04:00 hrs.
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Fernando Gómez

A fines de este año, Xi Jinping pretende ser reelegido como presidente de China por un tercer quinquenio. Con esto, se acaba la tradición de gobernantes que se quedan un máximo de dos períodos en el cargo. Para lograr la extensión hubo que modificar las reglas en la Constitución, y quedó abierta la posibilidad de que él, u otro, pueda mantenerse en el poder de forma indefinida.

No cabe duda de que Xi y el partido quieren que esta “reelección” tenga lugar mostrando, interna y externamente, la mejor cara de China. Pero es justo ahí donde está el gran dilema: ¿podrán lograrlo?

“Puede que los líderes chinos decidan reaccionar como Hong Kong, que ante la caída de un 4% del PIB en el primer trimestre, relajaron su política de cero Covid”.

Cuando se inició la pandemia del Covid-19, China mostraba buenos resultados. Pocas muertes, libertades para circular cuando todos estábamos encerrados, y buenas tasas de crecimiento de su economía. Sin embargo, las cosas cambiaron. Cuando en Occidente estamos dejando atrás la pandemia o hemos aprendido a convivir con el virus, China está enfrentando un escenario opuesto: altos niveles de contagio y estrictas cuarentenas. Eso la deja atrapada desde el punto de vista político y práctico.

Desde el punto de vista político, necesita mantener el control. Desde el práctico, tiene una población adulta con menos dosis de las requeridas y siguen apegados a su propia vacuna, sin aceptar las extranjeras. Además, la política “cero Covid” privilegia el testeo por sobre la vacunación.

Con esto en mente, un cambio drástico de política sanitaria en el corto plazo se ve complejo, porque implicaría tolerar un aumento de contagios y muertes. El mundo político no está dispuesto a eso. Hacerlo sería reconocer que la superioridad que habían tenido en el tratamiento de la pandemia no era tal.

Sin embargo, todo esto está empezando a afectar el desempeño de la economía. Hay pocos analistas fuera de China que creen que el país vaya a alcanzar la tasa de 5,5% de crecimiento del GDP durante este año. El consenso apunta a un número más cercano al 4,6%.

Prácticamente todos los números e índices en China están cayendo. Es natural, nosotros vivimos lo mismo cuando estábamos en cuarentena. Que China logre resolver el dilema de mantener su política de “cero Covid”, y crecer al mismo tiempo, es altamente improbable.

Las cadenas de suministros continuarán siendo afectadas manteniendo la presión inflacionaria, aunque eso en algo se atenúa por la menor demanda de materias primas producto de los mismos encierros.

Creo que el gobierno se va a inclinar por un menor crecimiento, lo que tendrá consecuencias para el resto del mundo. Especialmente si recordamos que el año pasado el Fondo Monetario Internacional estimaba que China explicaría cerca del 25% del crecimiento mundial de aquí al 2026. Esto claramente queda en entredicho.

Puede que los gobernantes chinos -ante las cifras recientes en que las ventas de retail cayeron 11%, el índice de manufacturas bajó 4,6% y el desempleo alcanzó su máximo de dos años, quedando en 6,1%- reaccionen como ya lo hizo Hong Kong. Ahí, ante la caída de un 4% de su PIB durante el primer trimestre, decidieron relajar su política de “cero Covid”.

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