Infraestructura: Lecciones alrededor del mundo
Mario Yáñez EY Chile Government and Public Sector (GPS) Leader
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El “Gap de Infraestructura” a nivel global es tan amplio que para cerrarlo de aquí al año 2030 se necesitará un estimado de entre US$ 40 billones a US$ 50 billones. En ese escenario, las Public Private Partnerships (PPP) o Asociaciones Público Privadas (APP) son fundamentales y hay modelos alrededor del mundo que debieran ser tomados en cuenta por los países que comienzan o ya tienen en desarrollo esta fórmula.
1. Canadá: Este país sigue siendo un modelo por el flujo constante de negociaciones, con un mercado financiero activo y con una trayectoria de entrega puntual y dentro del presupuesto. Su clave ha sido el apoyo incondicional del gobierno en todos los niveles, incluyendo el suministro de financiamiento y los mecanismos financieros específicos, siendo pioneros en la estandarización y emprendimiento en licitaciones colaborativas eficientes.
2. Reino Unido: El país más “veterano” en el impulso de las APP, sometió su modelo PFI a una revisión en los años recientes. El resultado fue un modelo mejorado, el “PF2.” Actualmente el mercado se está adaptando aún a este nuevo modelo, pero el gobierno continúa apoyando activamente las APP. Escocia es un ejemplo en cuanto a la estructuración de proyectos para responder a las preocupaciones de la población en cuanto a enriquecimiento ilícito y transparencia.
3. Europa Continental: El desarrollo más notable se ha visto en las iniciativas recientes orientadas a alcanzar grados de inversión más sólidos para diversificar el pool de inversionistas, yendo más allá de los bancos, y para atraer inversionistas institucionales. Estas iniciativas incluyen mejoras crediticias patrocinadas por el gobierno, que han fomentado una tendencia evidente hacia las soluciones de deuda a largo plazo.
4. Nueva Zelanda: Es un mercado pequeño en el que las APP tienen un rol cada vez más importante. El gobierno aprendió de sus primeros proyectos cerrados y desarrolló un marco institucional integral y una serie de contratos estandarizados para utilizar en las inversiones futuras. Los gobiernos de los mercados emergentes –como Chile- pueden observar estas buenas prácticas globales más recientes para, de esa forma, hacer frente de manera eficiente a los desafíos del entorno de contratos y financiamiento en la actualidad. Mientras la evaluación de qué modelo utilizar sea rigurosa y se base en las evidencias, la oferta de incentivos para las APP puede reforzar el portafolio de proyectos.