Kathleen Barclay

Un asunto de competitividad

Por: Kathleen Barclay | Publicado: Lunes 5 de agosto de 2013 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Kathleen Barclay

Kathleen Barclay

Hace pocos días fuimos partícipes, con un grupo de los principales líderes de la industria de la energía de Chile, de una gira al Estado de Pensilvania, invitados por el gobernador Tom Corbett, quien nos propuso conocer y explorar los negocios de la industria energética de su Estado.



La matriz energética de Pensilvania ha estado por mucho tiempo sustentada en más de un 70% en carbón y energía nuclear. Después de Irán, aquí concentran una de las mayores reservas de carbón del mundo. También han invertido en energías renovables, lo que representa sobre un 7% (fundamentalmente eólica y solar fotovoltaica).

También han sabido dirigir esfuerzos en el desarrollo de nuevas tecnologías. La industria de los paneles solares está muy avanzada. La inversión en I+D alcanza los US$ 1.000 millones anuales, sólo en la industria energética. Esta investigación los ha llevado a perfeccionar el modo de extracción no convencional de gas natural (shale gas) con reducidos impactos ambientales. Esta fuente se incrementó, sólo durante 2012, en un 70%.

Estamos frente a una verdadera revolución, ya que se está sustituyendo el uso del carbón por esta nueva fuente no convencional. Es más, en la zona noreste de Estados Unidos, se espera que para el 2015 ó 2016, la capacidad instalada de generación por shale gas supere al carbón. Esto explica por qué los costos de energía en Pensilvania se han reducido en un 50% durante los últimos cuatro años. Hoy, el valor de la energía es cercano a la cuarta parte del valor de la energía en Chile. Estamos entonces frente a una opción real.

Visitamos una planta donde se extrae el shale gas, ubicada en el centro de la gran zona de Marcellus y a una hora de Pittsburgh. Observamos cómo en medio del campo, en un sector eminentemente agrícola, coexistían dos actividades productivas tan distintas. Esto es posible porque el shale gas es uno de los hidrocarburos que menor impacto produce al medio ambiente; por ejemplo, al ser usado en combustión emite 45% menos que el carbón y 30% menos que el petróleo. Las empresas han sabido establecer una gran alianza de trabajo con el gobierno local, porque la sociedad ha entendido que el desafío es crecer, pero de manera sustentable.

Entendemos que la competitividad se alcanza con buenos empresarios, con buenos gobiernos, investigadores, una sociedad informada, con buenas políticas públicas.

Sabemos que la energía es un factor determinante para crecer y alcanzar el desarrollo. Y, en esa línea, se debe hacer un gran esfuerzo en el uso eficiente de la energía. En este sentido, la experiencia de Pensilvania es elocuente. Han reducido su consumo energético de manera sustantiva en los últimos cuatro años, aspirando a reducirlo en un 20% más al 2020. Además, han invertido en investigación y desarrollo energético lo mismo que el Estado de Chile invierte en el conjunto de sus programas y para todos los sectores productivos del país. Tienen cifras demográficas similares a las de Chile, pero con una capacidad productiva energética que la ubica en el quinto lugar de Estados Unidos, y un ingreso per cápita de US$ 42.000 al año.

Probablemente parte de su éxito es saber trabajar en conjunto, atreverse a innovar, a invertir en negocios convencionales y no convencionales, pero siempre desde una perspectiva de desarrollo sustentable. Sin duda una gran experiencia para quienes pudimos conocer esa realidad, pero una experiencia que sólo tiene sentido en cuanto seamos capaces de efectuar los cambios hoy, considerar el shale gas como una opción.

En Chile contamos con lo necesario para avanzar en este terreno. El desafío consiste en saber articular a todos los actores y tomar decisiones sustentadas en el conocimiento, de cara al modelo de país que se aspira.

Lo más leído