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Columnistas

La injusticiaque acomoda

Subdirector Fundación P!ensa

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 20 de mayo de 2016 a las 04:00 hrs.

Lo sucedido en Chiloé y Rancagua –6 comunas afectadas y más de 300 personas damnificadas por el desborde del río Cachapoal mientras la Costanera robaba nuestra atención– viene a engrosar una larga lista de símbolos. Podríamos hablar del megaincendio en Valparaíso, de la catástrofe de Copiapó, del terremoto en Tocopilla, de los inéditos tres derrames en Quintero o de las emergencias en Punta Arenas. Podríamos hablar de una serie de acontecimientos –a veces naturales y otras veces no– que evidencian un cierto colapso de nuestra estructura territorial. Pero la verdad es que ya no resulta tan novedoso sostener esto.

Pensemos por ejemplo en uno de los primeros hitos del reciente caso chilote: negar como interlocutor válido al intendente de Los Lagos. ¿Acaso es reprochable que los ciudadanos quieran dialogar con quien realmente tenga el poder y la billetera? La visita de nuestras autoridades centrales al sur no es extraña, es más, responde a como siempre hemos hecho las cosas. Es parte de nuestro “status quo”. Sabemos que en estas situaciones reinan los delegados presidenciales y los ministros coordinadores, en cierta medida porque también tenemos conciencia de que nuestras autoridades subnacionales –cuando las hay, pues O’Higgins ni siquiera tenía intendente al momento de las inundaciones– no tienen atribuciones ni recursos como para hacer algo.

Pero el verdadero problema no es que nuestras autoridades subnacionales no tengan las atribuciones ni los recursos –y quizás sostener esto sí es más novedoso–, el verdadero problema es que pese a que todos lo sabemos, preferimos continuar en nuestra “nueva” cultura de la desidia. El verdadero problema es que nos resulta más indignante que saquen de circulación unos autos de Uber antes de que un territorio entero no cuente con médicos especialistas. El verdadero problema es que nos molesta más la falta de ciclovías antes de que una región pierda a 3 de cada 4 universitarios. ¿Y cuáles son las consecuencias?

Un reciente estudio de la Fundación P!ensa nos señala que la elección de intendentes está muy lejos de concretarse este 2017. Es más, nos entrega argumentos consistentes para pensar que no será antes del 2021. ¿Indignante? La verdad es que no. Como comentábamos, responde al “status quo”, a la protección de nuestro feudo, a la misma razón por la que las primarias se han visto truncadas, a la imposibilidad de ceder poder y a esta “nueva” cultura de la desidia. En definitiva, estas injusticias territoriales parecen no incomodarnos tanto.

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