Se ubicaban desde antes pero se conocieron en diciembre del año pasado, en pleno evento MAS Pitch. Una vez que Matías Muchnick, fundador de NotCo, se bajó del escenario –luego de una conversación con Ignacio Cueto, gerente general de Latam–, se acercó al stand de Cerveza LOA a conocer a sus fundadores: Nicolás Forti y Javier Cueto (hijo de Ignacio).
Para ese entonces, la dupla ya conocía a Matías: “Lo seguíamos desde chicos y para nosotros era una inspiración en cuanto al emprendimiento y lo que es crear empresa”, cuenta Cueto a DF MAS. Desde su vereda, Muchnick asegura que sentía cierta curiosidad por conocerlos: “Cuando yo me fui a vivir a Nueva York, LOA no existía, pero cuando volví estaban en todos lados, entonces dije: ‘¿Quiénes están detrás de esto?’”.
En el evento se saludaron y “hubo buena onda”, recuerdan. “Ahí pensé: ‘Yo quiero hacer algo con estos cabros’”, cuenta Muchnick. Cumplió. En abril de este año, el fundador de NotCo contactó a la dupla cervecera para proponerles un proyecto en conjunto: crear una cerveza sabor terremoto, producto que ambas compañías anunciaron el domingo pasado.
La iniciativa, explica Muchnick, vino del programa de inteligencia artificial con el que trabaja la compañía –unidad de negocio paralela a NotCo Foods– que hoy “nos ayuda a predecir qué necesidades no atendidas existen en los consumidores”, explica su fundador. “Y uno de los conceptos que nos tiró la IA fue un ready to drink sabor terremoto. Y pensé: 'Hay una sola persona a la que yo iría a pitchearle esta idea, porque sé que están igual de locos que nosotros, y lo primero que pensé fue estos cabros”, cuenta Matías.
Entonces, Muchnkick fue a ver a Forti y Cueto a su planta cervecera. “Ahí nos explicó cómo funciona NotCo a nivel general y nos mostró una slide de una lata hecha en inteligencia artificial, con helado de piña y terremoto”, rememora Cueto, entre risas.
La propuesta fue colaborar –fifty-fifty, dicen– para llevar al mercado el tradicional trago del 18 de septiembre. LOA aceptó. “Nosotros somos miniaturas comparado a las otras empresas que están trabajando con la inteligencia artificial de NotCo así que dijimos: ‘Acá no podemos decir que no, démosle’", rememora Cueto.
Así comenzó lo que el trío denomina –con humor– “los martes de pololeo”. Durante tres meses, a las 14:00 horas de cada martes, Muchnick, Forti y Cueto se juntaron en la planta de LOA y el laboratorio de NotCo para hacer pruebas de producto. El resultado, tras diversos ajustes de sabor, dulzura y aroma, entre los equipos de ambas compañías, fue una cerveza de grado 4,8 que, según sus creadores, es “realmente espectacular”.
El siguiente paso fue salir a vender al retail. Partieron con Jumbo que, en su primera reunión, les ofreció crear una colaboración exclusiva y comprar –y duplicar– la producción que tenían estimada. En total, calcula el grupo, hoy tienen 30.000 litros que esperan vender hasta agotar stock.
“Es un limited edition, que no va a cambiar y mover la aguja –comercialmente– de ninguno de los dos. Esto no es un huge business para nadie. Pero es el principio de algo más…”, asegura Mucknick. “Cuando uno lanza un primer producto, nunca lo hace pensando en el revenue o el éxito de ese primero, sino que lo hace pensando en el éxito del segundo, el tercero y el cuarto”, añade.
Desde LOA, Forti y Cueto coinciden en que esta colaboración, más que algo rentable, se trata de una estrategia de marketing y de aprendizaje para su compañía.
Muchnick complementa: “Yo creo que NotCo tiene mucho que LOA no tiene y LOA no tiene mucho que NotCo sí. Por ahí yo le enseñé a estos cabros cosas que van a aprender en los próximos años y ellos me enseñaron cosas que yo tengo que recordar del pasado. Con este producto, yo volví a ver al Matías del 2017, metido en el barro, en la ejecución, en el día a día, metido en que realmente las cosas pasen. En NotCo ya somos más de 300 personas, entonces lo que hacía antes no es lo mismo que hago hoy. Con la parte de tecnología, hoy en NotCo estamos trabajando con las 25 compañías más grandes del mundo de consumo masivo, entonces por osmosis uno se convierte en una compañía más grande, más burocrática y más lenta. Entonces, volver a inspirarse con compañías que están en sus early days fue bacán”.