Los TLC y la protección al inversionista extranjero

Jorge Pizarro Cristi / Andrés Rebolledo

Durante las últimas semanas, algunas voces se han alzado para hablar del supuesto impacto negativo que la derogación del DL 600 podría tener en la percepción de los inversionistas extranjeros sobre Chile. Esos sectores olvidan que la política comercial de apertura de nuestro país incluye regulaciones en materia de inversiones, que le otorgan al empresario extranjero un marco de primer nivel de certeza jurídica para desarrollar sus negocios en Chile, más allá de la existencia de un contrato con el Estado al amparo del DL 600. Mantener esta normativa significa seguir corriendo en un modelo del año 74, en una carrera global en que nuestros competidores cuentan con modelos propios del siglo XXI.

La derogación del DL 600 nos plantea la oportunidad de avanzar en el desarrollo de una política pública de atracción de inversiones coherente, y la instancia para discutir y desarrollar un enfoque integral que incorpore la Red de Acuerdos Comerciales suscrita por Chile. Ello permitirá promover mayores oportunidades de inversión y aprovechar al máximo los beneficios de los TLC.

¿Por qué es importante no centrar el debate sobre la inversión extranjera directa (IED) en Chile en un instrumento específico? Porque nos lleva a perder de vista que los inversionistas al momento de optar por radicar sus capitales en nuestro país, lo hacen tomando en consideración distintos elementos, como su estabilidad política, institucionalidad, transparencia y clima de negocios. La robustez en cada uno de estos elementos son señales positivas para el empresario extranjero al momento de decidir dónde invertir, más allá de un instrumento en particular. Los números confirman nuestras afirmaciones: sólo un 30% de la inversión extranjera que ingresa a Chile lo hace a través del DL 600, mientras que el 70% restante utiliza el régimen general contemplado en el Cap. XIV del Compendio de Normas de Cambios Internacionales del Banco Central.

La apertura negociada al mundo, con un acceso virtualmente libre de aranceles al 63% de la población mundial, nos abre el camino para exportar productos y servicios con valor agregado. En efecto, la red de 23 Acuerdos Comerciales, contiene compromisos en materia de inversión, que consolidan la apertura de nuestra economía con sus socios comerciales. Esos acuerdos garantizan reglas claras para la inversión extranjera y al mismo tiempo, entregan oportunidades para la exportación de bienes libre de aranceles a un mercado de 61 países.

Por su parte, el Comité de Inversiones Extranjeras se encuentra trabajando para diversificar nuestra matriz de inversiones, poniendo el foco en compañías que aportan competencia, innovación y valor agregado a la oferta productiva nacional. Sin duda, una política de atracción del capital extranjero que tenga en cuenta la prioridad de sectores y regiones, es fundamental dada la actual fase de la globalización. En efecto, la emergencia de China y la India como potencias en pleno crecimiento, productoras a bajo costo de manufacturas, desafía el posicionamiento competitivo de nuestro país.

Así las cosas, tanto las condiciones internas como las internacionales nos exigen una política activa sobre la inversión extranjera, que nos ayude a incorporarnos activamente en las cadenas de valor internacionales, aprovechando más plenamente el acceso libre de aranceles a los mercados internacionales.

Por lo expuesto, el gobierno de la Presidenta Bachelet se ha comprometido en el desarrollo de una política de atracción de inversiones que nos permita atraer no sólo inversión extranjera en mayor cantidad, sino también en calidad, apuntando nuestra estrategia hacia sectores y regiones estratégicos para el país.

Para conseguir este objetivo, es necesario que centremos el debate ya no en un instrumento que no es eficiente para el nuevo siglo, sino en una mirada más amplia del rol que debe jugar la inversión extranjera en nuestra economía, manteniendo siempre un compromiso claro: en Chile se seguirá tratando a los inversionistas extranjeros como si fueran locales. No hay una mejor garantía que esa.

Jorge Pizarro Cristi, Vicepresidente ejecutivo, Comité de Inversiones ExtranjerasAndrés Rebolledo, Director General DIRECON