Con toda justicia se recuerda hoy a René Jáuregui como un pilar fundamental en la evolución del periodismo económico chileno: fue quien cuando estaba en Economía y Negocios de El Mercurio le propuso a sus colegas fundar lo que hoy es Diario Financiero, medio de comunicación clave y consolidado en el mundo económico y de negocios de Chile.
La noticia de su repentino fallecimiento en Temuco me desató, en medio de la pena profunda, una cascada de recuerdos desde que en 1975 ingresamos a estudiar Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad de Chile. El venía de haber estudiado periodismo en la Universidad de Concepción, pero no pudo continuar después del golpe de Estado.
“René Jáuregui, uno de los fundadores de DF, fue actor principal y pionero en el periodismo económico chileno. Como periodista, nunca se quedó conforme con la versión oficial, fue exhaustivamente analítico, crítico con fundamento y siempre creativo”.
Nos hicimos amigos en un grupo de estudios, que terminó cuando uno de sus integrantes, dirigente de la Juventud Socialista, fue detenido por la DINA, torturado y liberado recién en 1978 para irse al exilio. La carrera de Licenciatura fue cerrada por el régimen y nos dieron la opción de entrar a Periodismo o Sociología. Con René y varios otros compañeros de curso optamos por Periodismo, que funcionaba en un edificio exclusivo, hacia el final del Pedagógico.
Seguimos estudiando juntos en su casa de Maipú donde era bien recibido siempre por su mamá Yola, que en 1988 participó en la Franja del No (fue la señora del spot de la taza de té). Compartíamos con René el gusto por la música y guitarreábamos en juntas con amigos. Era un muy buen intérprete de zambas argentinas e, incluso, integró un grupo que cantaba como Los Charchaleros, todos vestidos con ponchos color granate. Le decíamos Omar Sharif y, por supuesto, nunca reclamó por el sobrenombre.
En la universidad conoció a Gloria Cumsille, pololearon durante toda la carrera y se casaron. Ella era también de esas personas adorables, que caen bien donde sea que lleguen y que silenciaba públicos para escucharla cantar canciones de Serrat. Fue periodista de Estrategia y acompañó a su marido en su proyecto de diario económico. Su último trabajo fue en el Ministerio de Hacienda, como jefa de prensa del ministro Eduardo Aninat. Un cáncer la acosó durante 11 años y la fuimos perdiendo lentamente, junto con la profunda pena que veíamos en René porque ambos nos transmitían una complicidad propia de enamorados permanentes.
Tuvieron tres hijos -Eduardo (Edo), Pablo y Francisco- a quienes conocí siendo unos recién nacidos. La partida de la Yoya, como le decíamos a Gloria, fue un fuerte golpe para esa linda familia y para muchos de nosotros.
Fui testigo de las conversaciones que iban dando vida al proyecto de Diario Financiero, idea a la que René sumó a sus colegas Enrique Contreras, Roberto Meza, Osvaldo Cifuentes y Mario Vack Flores, todos periodistas de peso. No recuerdo en qué momento sumaron a Pedro Lizana. Yo trabajaba en Reuters y no podía hacerme parte de esta iniciativa en ese momento, aunque años más tarde, el destino me llevaría a ser subdirector cuando el diario fue dirigido por Roberto Pulido, que ya estaba luchando contra el cáncer que le provocó una muerte temprana.
René era parte del equipo de Economía y Negocios de El Mercurio, que Joaquín Lavín había transformado en un cuerpo que concentró todas las noticias relacionadas con la economía y los negocios, porque hasta entonces, lo que el diario publicaba eran casi exclusivamente noticias sobre macroeconomía y solo en el Cuerpo C.
Desde el principio, Diario Financiero quiso llamarse así, pero el dueño de Estrategia tenía inscritas como marca todas las palabras que pudieran referirse a economía y finanzas. Así es que tuvo que vivir años llamándose solamente El Diario, con un epígrafe que decía algo así como economía, negocios y finanzas.
Siempre estuve al tanto del estrés, las angustias que iba teniendo El Diario, pero sobre todo de sus éxitos, fruto del entusiasmo y compromiso que ponía el equipo para sacarlo adelante y posicionarlo como un medio indispensable.
Hay una historia esperando ser escrita por los protagonistas directos de la creación de este medio de comunicación que hoy viste pantalones largos.
René fue un actor principal y, por tanto, un pionero en el periodismo económico chileno. Como periodista, nunca se quedaba conforme con lo que decía la versión oficial; era exhaustivamente analítico, crítico con fundamento y siempre muy creativo.
También fue pionero en el área de las comunicaciones estratégicas, porque con Enrique Contreras y Ariel Leporatti tuvieron la idea de crear una empresa de asesorías -JC&L- que asumió duros desafíos comunicacionales, como por ejemplo, el de Enacar cuando tuvo que cerrar las minas de carbón de Lota.
Lo seguí viendo con alguna frecuencia cuando se integró a un grupo de periodistas que aún hoy y desde hace 37 años nos juntamos todos los miércoles a almorzar en una mesa que lleva el nombre de otro insigne del periodismo, Alberto Gato Gamboa.
Pero se fue a vivir al sur y tuvimos menos contacto, aunque siempre supe que cada vez que nos encontráramos nos daríamos un largo abrazo de viejos amigos.
El periodismo económico chileno debe poner a René Jáuregui entre sus grandes promotores y precursores y para mí estará por siempre entre mis grandes recuerdos como un entrañable compañero de ruta. Descansa en paz, querido René.