Motores para impulsar el crecimiento: empresarios conectados con las urgencias
KAREN THAL Presidenta de Cadem Presidenta de Cadem
Dos críticas suelen repetirse hacia empresarios y gremios: que “les falta calle” y que “solo critican”. Si alguna vez fueron ciertas, hoy la realidad ha cambiado, especialmente tras el estallido social. Lo veo en su interés por escuchar los estudios que hacemos en Cadem y en iniciativas como 3xi o Empresas por Chile.
Hace unos días, la CPC y sus ramas lanzaron “Motores para impulsar el crecimiento sostenible de Chile”, fruto de un trabajo serio liderado por su presidenta, Susana Jiménez, que convocó a más de 80 empresarios y expertos para elaborar un plan sólido y transformador. La propuesta presenta 50 medidas en seis áreas: infraestructura, competitividad tributaria y sostenibilidad fiscal, mercado de capitales, más y mejor empleo, un Estado que acompaña y seguridad y Estado de Derecho. Como señaló Bernardo Larraín en el panel de lanzamiento, son iniciativas nuevas, audaces y ambiciosas.
El plan presentado por la CPC “no es solo un conjunto de ideas técnicas; es la expresión de gremios que han recorrido Chile, han entendido las urgencias ciudadanas y quieren ser parte de la solución”.
Más allá del valor técnico, celebro dos hechos centrales. Primero, no hay crítica vacía, sino propuestas concretas. Segundo, éstas están en plena sintonía con las preocupaciones reales de los chilenos. Según Plaza Pública Cadem, 32% de la ciudadanía considera que la economía es el área a la que el Gobierno debería dedicar el mayor esfuerzo, solo después de la seguridad. Y cuando se les pregunta por el principal problema económico, la respuesta es clara: desempleo (25%), bajo crecimiento (21%) e inflación (20%).
De las 50 medidas -que invito a leer y discutir- destaco las orientadas a generar más y mejor empleo. Hoy, la desocupación alcanza 8,9% (10,1% en mujeres): casi un millón busca trabajo sin éxito, con la angustia de cómo sostenerse a sí mismas y a sus familias.
Aquí es donde más necesitamos innovación y ambición, porque enfrentamos un problema que ya es estructural. La aprobación de leyes y reformas sin duda positivas para quienes tienen empleo formal -como el alza del sueldo mínimo, la jornada de 40 horas y la reforma de pensiones- ha elevado los costos laborales, que solo podrán ser absorbidos si mejoramos la productividad, flexibilidad y capacidad de adaptación del mercado laboral a un entorno económico global en transformación. No se trata solo de mejorar las condiciones de quienes ya trabajan, sino de enfrentar la emergencia laboral generando más empleos formales. El plan gremial propone mejorar la calidad educativa desde la primera infancia y durante toda la vida, fortalecer la formación técnico-profesional, responder a los desafíos tecnológicos, reducir costos laborales, simplificar el acceso a capacitación para las PYME y adaptar incentivos a las dinámicas actuales.
Algo equivalente plantea el documento en las otras cinco áreas. Si las autoridades y candidatos logran implementar siquiera una parte, estarán atendiendo las demandas ciudadanas de forma directa y concreta.
Este trabajo no es solo un conjunto de ideas técnicas; es la expresión de gremios que han recorrido Chile, han entendido las urgencias ciudadanas y quieren ser parte de la solución. En tiempos en que muchos acusan a los empresarios de estar desconectados o de limitarse a criticar, la CPC y sus ramas muestran lo contrario: propuestas concretas y conexión con las prioridades del país. Si Gobierno, oposición y sector privado logran articularse en torno a este tipo de agendas, no solo impulsaremos el crecimiento; también reconstruiremos la confianza entre instituciones, empresas y ciudadanía.