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Pilita Clark

Brasil entrega una COP climática como ninguna otra

Pilita Clark

Por: Pilita Clark

Publicado: Lunes 24 de noviembre de 2025 a las 04:00 hrs.

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La COP30 siempre iba a ser distinta. La primera cumbre climática de la ONU celebrada al borde del Amazonas. La primera en ser tan ampliamente desairada por la administración de Estados Unidos. Y la primera desde que el mundo alcanzó 1,5 °C de calentamiento global durante un año calendario completo.

También resultó ser la primera con una sede afectada por calor extremo, inundaciones e incluso un incendio que paralizó las conversaciones durante gran parte de su penúltimo día.Aun así, la conferencia en la húmeda ciudad brasileña de Belém logró algo que estos enormes encuentros anuales debieron haber hecho hace años: un giro desde promesas vistosas hacia enfrentar las complejidades reales de reducir las emisiones de carbono.Los delegados lidiaron con reglas del comercio global, minerales críticos, una hoja de ruta para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y otros temas considerados durante mucho tiempo demasiado tóxicos o irrelevantes para las COP climáticas.Uno podría preguntarse con razón qué les tomó tanto tiempo, especialmente en materia de combustibles fósiles.

“Se logró algo que estos enormes encuentros anuales debieron haber hecho hace años: un giro desde promesas vistosas hacia enfrentar las complejidades reales de reducir las emisiones de carbono”.

La quema de carbón, petróleo y gas es por lejos la mayor causa del calentamiento global. Pero la naturaleza engorrosa de la toma de decisiones en la COP significa que, en 30 años de estas reuniones, no se ha logrado nada parecido a un marco sobre cómo y cuándo desenganchar a los países de estos combustibles.Docenas de gobiernos intentaron abordar esta brecha llamando en Belém a una hoja de ruta para la transición de los combustibles fósiles, lo que llevó a los participantes a detallar, con claridad, los numerosos obstáculos que hoy frenan la transición.Como dijo Susana Muhamad, exministra de Medio Ambiente de Colombia, en una reunión, los países que intentan poner fin a las exportaciones de petróleo hoy enfrentan una multitud de riesgos: caídas en los precios de las acciones de las compañías energéticas, preguntas del FMI sobre pagos de deuda y preocupaciones de las clasificadoras de riesgo sobre las calificaciones crediticias. Sin un marco internacional para la transición, afirmó, “¿quién va a poner en riesgo su economía primero?”.

Exacto.Otros factores financieros ayudan a explicar por qué el mundo ha retirado unos 300 gigawatts de energía a carbón en la década desde el Acuerdo de París de 2015, pero ha añadido cerca de 600 GW más, y con otros 600 GW en carpeta, según señaló el profesor de Harvard Akash Deep. Los combustibles fósiles siguen siendo la elección racional para muchas economías de rápido crecimiento porque son más fáciles de financiar, dijo.Cuando las conversaciones llegaban al límite el viernes, el destino de la hoja de ruta estaba en flujo, pero el impulso en Belém ha llevado a que varios países intensifiquen el trabajo durante el próximo año, potencialmente en conjunto con instituciones internacionales.Se tomaron pasos más firmes para abordar otro tema que escaló al tope de la agenda de esta COP: las reglas del comercio global.Los amplios aranceles de Donald Trump pueden haber ayudado a centrar la atención en un tema que por años se mantuvo en los márgenes de estas conversaciones.

De igual manera, los aranceles occidentales sobre los vehículos eléctricos chinos han alimentado preocupaciones de que el ritmo de la transición energética global se verá frenado si las barreras al principal proveedor mundial de tecnologías verdes ganan fuerza. Pero el punto crítico en Belém fue el impuesto fronterizo al carbono pionero de la Unión Europea, que entrará en operación en enero.Una variedad de países atacó el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) del bloque, que busca evitar que las industrias domésticas sean socavadas por importaciones de países sin el robusto sistema europeo de precios al carbono. Hoy exige que las compañías paguen cerca de 80 euros por tonelada de contaminación de carbono. Arabia Saudita estuvo entre quienes cuestionaron lo que calificó como una injusta “transferencia económica de los pobres a los ricos, disfrazada de acción climática”, que minaría los esfuerzos de los países más pequeños por descarbonizarse.

Pero varios otros países están observando estas medidas en medio de señales de que el CBAM está impulsando la expansión del pricing de carbono. Investigadores señalan que más de 40 esquemas en 37 países han sido lanzados, considerados o implementados desde que el plan europeo se discutió por primera vez en 2019.De manera útil, Brasil usó la COP30 para lanzar un foro donde los países puedan resolver lo que parecen ser crecientes tensiones entre comercio y clima. ¿Solo otra instancia para conversar? Quizás, pero fue refrescante ver que realidades económicas inmediatas se introdujeron en un proceso que a menudo parece alejado de esas preocupaciones.

Del mismo modo, los países hicieron un inusual esfuerzo por incluir los minerales críticos para la transición energética en las conversaciones formales de la COP. Combatir la desinformación climática también fue respaldado por varias naciones. Y se lanzó un fondo pionero de US$ 5.500 millones para protección de bosques tropicales.No hay garantía de que alguno de los nuevos esfuerzos genere mejoras significativas. Aun así, Brasil ha comenzado la tarea, largamente postergada, de redibujar cómo el mundo enfrenta uno de los desafíos definitorios de nuestra era. Puede que no sea la respuesta final, pero es un comienzo.

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