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Proyecto Sernac nos lleva de vuelta a las cavernas

Héctor Mery, Asesor de Comisiones Legislativas Fundación Jaime Guzmán

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Héctor Mery

Una cosa es buscar mejoramientos al rol, estructura y competencias del Servicio Nacional del Consumidor y otra muy distinta es asignar por ley -como se pretende en el proyecto que se discute ahora en la Cámara de Diputados- funciones jurisdiccionales a ese servicio público.

Quitarle poder a los tribunales para dárselo a la administración no deja de ser sorprendente y sospechoso, desde la perspectiva de la separación de poderes y del derecho al juez natural. ¿Qué sentido tiene arrebatarle la competencia a los juzgados de policía local, los que conocen materias ligadas al derecho del consumidor desde hace más de tres décadas, para dar esa tarea a la administración del Estado?. ¿Hay datos o evidencia que respalden esa decisión legislativa?.

El informe de la Corte Suprema al tenor de este proyecto, aunque favorable en sus conclusiones generales, no le da la razón al Poder Ejecutivo en este punto.

Dirán los defensores del proyecto que nuestra crítica no es certera, pues la decisión del Sernac se limitará únicamente a las infracciones administrativas y siempre, será revisable a través de una reclamación de ilegalidad de que conocerán los jueces civiles y, en segunda instancia, las Cortes de Apelaciones.

Sin embargo, el mecanismo de revisión judicial es rebuscado y, en su primera fase, reemplaza al juez de policía local por un funcionario de la administración del Estado. Cuando pensábamos que la experiencia de las reformas a la justicia tributaria y aduanera nos había convencido de que los jueces hacen mejor justicia que la administración, el proyecto que criticamos nos lleva de vuelta a las cavernas.

Se critica el estado actual del Sernac como "un león sin dientes". Nada de malo vemos en reformar la ley para darle más atribuciones, pero cuando entre las que se pretende regalarles está la potestad de decidir si hay o no infracciones a la ley, no podemos sino recordar a Woody Allen cuando profetizó que el león y la gacela yacerán juntos, pero la gacela no dormirá muy bien.

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