Click acá para ir directamente al contenido
Tomás Sánchez

Retirarse no es cerrar: el arte de preparar la sucesión empresarial

TOMÁS SÁNCHEZ VALENZUELA Socio de Valoriza

Por: Tomás Sánchez

Publicado: Jueves 2 de octubre de 2025 a las 04:04 hrs.

Tomás Sánchez

Tomás Sánchez

En Chile, muchos empresarios que se acercan al retiro piensan en vender su empresa, se encuentran con un desafío más complejo de lo anticipado y se resignan a cerrar la cortina repartiendo lo que quede. Una especie de “final digno” después de décadas de trabajo. Sin embargo, hay múltiples caminos para capturar valor y, al mismo tiempo, asegurar que la empresa trascienda. La diferencia está en la preparación.

Las opciones son múltiples: una buena sucesión ordenada para los hijos, evitando conflictos entre familiares; la creación de incentivos como stock options para disminuir la dependencia en los socios; la venta de la empresa a los ejecutivos; la venta parcial a un socio clave que se involucre en la administración; la venta de la compañía completa y, a su vez, una combinación de todas las anteriores.

“Siete de cada 10 empresas familiares no tienen plan de sucesión. Mientras en EEUU, los planes con acciones para ejecutivos tienen evidencia de mejorar el desempeño y son estándar, en Chile siguen siendo una rareza”.

La clave es una estrategia y planificación adecuadas, que permitan diseñar una hoja de ruta que prepare a la empresa para todos estos escenarios.

Lamentablemente, siete de cada 10 empresas familiares no tienen plan de sucesión. Mientras en Estados Unidos los planes con acciones para ejecutivos —incluidas las acciones restringidas y las stock options— tienen evidencia de mejorar el desempeño y son estándar,  en Chile siguen siendo una rareza. Además, la inmensa mayoría de las compañías no se audita: mala señal cuando es una buena práctica esencial para descubrir errores a tiempo, ordenar la casa y generar confianza entre contrapartes.

Para todo empresario quizás hoy el final del camino no esté claro, pero el objetivo sin duda está presente: capturar valor de una empresa operacional y, a su vez, asegurar que ella siga generando valor a pesar de que sus socios actuales den un paso al costado o dejen de estar presentes en el día a día.

Todos los escenarios mencionados, y las variantes entre traspaso y ventas, necesitan de un análisis, orden y preparación. El camino por recorrer para todos tiene muchos elementos en común: desarrollar un buen gobierno corporativo, consensuar una estrategia, disminuir la dependencia de personas clave, atomizar la cartera de clientes y potenciar las ventajas competitivas. En un concepto: fortalecer el valor de la compañía para facilitar el cambio de mano.

Tanto evitar conflictos familiares como disminuir el riesgo para un potencial comprador y retener talento tienen como denominador común la planificación. No basta con pensar en el retiro cuando ya está encima. Preparar la empresa para un due diligence, profesionalizar su gestión, ordenar los estados financieros y construir una cultura en torno a procesos no se hace de la noche a la mañana. Es un trabajo de años que abre el abanico de alternativas.

Quizás hoy muchos empresarios no tengan claro cuál será el camino específico, pero sí saben que no quieren dejar ni plata ni problemas arriba de la mesa. El futuro de muchas compañías se jugará en esa decisión. Y la diferencia entre desaparecer o trascender estará en si sus dueños se atrevieron a planificar.

Te recomendamos