Tomás Sánchez

Un gobierno irrelevante

Tomás Sánchez Director ASECH Co fundador Alma Suite @TomsAwaki

Por: Tomás Sánchez | Publicado: Miércoles 12 de julio de 2017 a las 04:00 hrs.
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¿Qué pasaría si mañana el gobierno no pudiera cobrar los impuestos o si su regulación no fuera posible de fiscalizar? Suena a anarquía, pero algo de eso viene. La modernidad tecnológica trae oportunidades para la sociedad, pero presenta importantes desafíos para los gobiernos.

Uber y Airbnb normalmente son nombradas por generar más competencia en mercados, pero dejamos de lado el hecho de que no pagan impuestos. Esto es sólo la punta del iceberg de nuevos mercados negros que se empiezan a generar y el diseño actual del Estado no es capaz de abordar.

En todo el mundo cada vez son más los “freelancers” que trabajan remotamente, desde consultores en Suiza, campesinos ordenando bases de datos en Filipinas o diseñadores en Chile. Sin embargo, ellos no pagan impuestos, ni tampoco cotizan en su AFP. Un mercado negro que opera a la luz del día. Cuando el Servicio de Impuestos Internos (SII) vaya a cobrarles, más de uno elegirá empezar a recibir sus pagos en bitcoins. Entonces tendremos que regular las cripto monedas, pero me imagino la cara del funcionario tratando de entender lo que es el blockchain y después intentando probar que efectivamente el depósito que recibí fue por “venta de divisas digitales” y no por servicios de consultoría.

Amazon ya está despachando con drones autónomos, y cuando esto ocurra en Chile, me imagino que regularán el tráfico aéreo. Pero cuando miles de emprendedores estén dando servicios de reparto a domicilio, desde repuestos hasta las comida, ¿cuál es la posibilidad real de controlar el despegue o aterrizaje en el patio de todas las casas del país?

Para qué hablar de los vuelos entre naciones, ¿qué hace el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y Aduanas para evitar la entrada de productos en la frontera? Me imagino lo ridículo y el escándalo que se producirá cuando un helicóptero de Carabineros derribe un drone “no autorizado” que iba con medicinas a bordo. Buena suerte con eso.

Insisto, esto es sólo un tímido comienzo. Hoy se van a paro los taxistas, pero mañana serán los abogados y médicos frente a la entrada de la Inteligencia Artificial en sus rubros. Algoritmos empezarán a predecir las votaciones del Congreso y otros entenderán mejor la economía que los consejeros del Banco Central, permitiendo arbitrar mercados olímpicamente. La reforma que necesita el Estado es profunda, pero primero necesitamos reconocer que tenemos un problema, antes de que sea un desastre.

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