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Columnistas

Un mejor Estado para el trilema energético

CLAUDIO SEEBACH Decano Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 28 de octubre de 2025 a las 04:03 hrs.

El Consejo Mundial de la Energía (WEC) plantea que la energía debe equilibrar el “trilema energético”, buscando ser sostenible, segura y asequible. En los últimos años, y en un contexto de crisis climática, hemos avanzado hacia una energía más sostenible gracias a la reducción de costos de las tecnologías limpias, logrando menores emisiones, mayor eficiencia y un sistema más verde.

Sin embargo, eventos recientes: como los cortes masivos por fenómenos climáticos extremos, el apagón del 25F en Chile o el ocurrido en España, han vuelto a poner sobre la mesa la relevancia de la seguridad y la resiliencia de los sistemas eléctricos.

El caso de las tarifas revela tres problemas estructurales. Primero, un diseño institucional débil; segundo, urge fortalecer la planta profesional del Estado; y, tercero, se necesita simplificar, las fórmulas tarifarias se han vuelto opacas e ininteligibles”.

La asequibilidad también ha cobrado fuerza tras el descongelamiento de tarifas, que permanecieron fijas durante cuatro años mientras el dólar subía de $ 650 a casi $ 1.000 y la inflación se disparaba. A ello se suma el error de la Comisión Nacional de Energía (CNE) al incorporar dos veces la inflación en el cálculo de tarifas, la sobrevaloración de activos de una empresa transmisora y la deuda con las distribuidoras por el atraso de los decretos que fijan el Valor Agregado de Distribución (VAD). Todo esto recuerda que “asequible” no solo implica precios competitivos, sino también comprensibles para los usuarios.

El caso de las tarifas revela tres problemas estructurales. Primero, un diseño institucional débil: las instituciones técnicas del sector eléctrico, la CNE, que regula, y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), que fiscaliza, deben estar al margen del ciclo político. Desde la creación del Ministerio de Energía en 2010, doce ministros han pasado por el cargo, generando rotación constante, pérdida de continuidad técnica y disminución del rol de la CNE.

Segundo, urge fortalecer la planta profesional del Estado. Los cálculos tarifarios son complejos y exigen alta especialización, pero la CNE no logra retener su talento, pues el sector privado ofrece mejores condiciones. Esa fuga de expertos erosiona la memoria institucional y la calidad técnica.

Tercero, se necesita simplificar. Las fórmulas tarifarias se han vuelto opacas e ininteligibles, acumulando leyes y ajustes, como la equidad tarifaria, la ley de transmisión o los congelamientos, que entorpecen la actualización oportuna de precios y aumentan los errores.

El futuro será cada vez más eléctrico, digital y sofisticado. El Estado y la regulación deben adaptarse a esta nueva realidad, fortaleciendo la confianza y la colaboración público-privada, y priorizando una reforma de la distribución. Solo con un mejor Estado podremos aprovechar el potencial de la electrificación, la inteligencia artificial, la generación distribuida, la gestión de la demanda, la electromovilidad y la medición inteligente, junto con una adecuada protección de datos y ciberseguridad.

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