Política monetaria: se mantiene el manejo prudente
No causó sorpresa en el mercado la decisión del Consejo del Banco Central de mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,75%, nivel al que llegó en julio pasado. Era lo esperado, no solo porque está acorde con los mensajes que ha entregado la autoridad a través de sus fuentes habituales de comunicación con el mercado, sino también porque tanto la inflación total como la medición subyacente siguen por sobre la meta de la autoridad. Esta situación genera también dudas en el mundo financiero sobre si finalmente la próxima reducción se concretaría en la reunión de diciembre o se postergará para enero.
Dos elementos serán cruciales para definir la trayectoria futura de la TPM. El primero, y más importante, es la determinación del efecto del error en la determinación de las tarifas eléctricas y la forma en que este error se corregirá en las cuentas de electricidad. Aunque este aspecto no se menciona en el comunicado de la Reunión de Política Monetaria (RPM), consultada la presidenta del banco sobre el tema, mencionó que es necesario analizar “el efecto de estos eventos en la proyección de inflación de 2026, pata lo cual es esencial que las autoridades correspondientes informen de forma definitiva los cambios tarifarios que se implementarán y que el INE indique cómo se imputarán en el cálculo del IPC”. Parece una mirada razonable, ya que aún no se cuenta con la información suficiente para determinar el efecto de estos errores en la evolución futura del IPC, siendo muy relevante que este aspecto se pueda aclarar a la brevedad posible.
Un segundo elemento que puede influir en la decisión de política es el comportamiento de nuestra moneda, que, a pesar de la relativa mejoría de las condiciones macroeconómicas, se ha mantenido bastante depreciada. El tipo de cambio real en septiembre estaba casi un 10% por sobre el promedio de los últimos 15 años. Esta tendencia se empezó a revertir ese mes, y hasta la fecha el tipo de cambio observado ha caído algo más de un 3%, desde $ 974 a cerca de $ 940, lo que se explica, en parte, por un aumento de más de 10% del precio del cobre en ese lapso. Si el tipo de cambio se mantiene en los niveles actuales, y más aún si sigue bajando, podría contribuir a que en diciembre se concretara una reducción de la TPM, para dejarla en 4,5%. Es interesante constatar que este nivel de la tasa coincide con lo esperado por el mercado para fines de este año desde hace bastantes meses. Podemos constatar, entonces, que en un contexto global de bastante volatilidad y riesgo, el Banco Central ha sido exitoso en alinear las expectativas del mercado sobre su accionar, contribuyendo de esta forma a atenuar la incertidumbre. Luego de más de 50 meses con la inflación sobre la meta, la credibilidad del instituto emisor sigue siendo muy elevada, lo que sin duda es positivo.
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