Desde varios sectores del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio de Vido, trabajan con especial ahínco en un proyecto: Vega Pléyade. Ese nombre, casi desconocido para el público en general, es la marca de bautismo de la mayor reserva potencial de gas de la Argentina conocidas hasta el momento y una de las más importantes con posibilidades de entrar en producción que se originaron durante los últimos 20 años.
Como suele ocurrir con las iniciativas petroleras, donde nunca se termina de saber con total exactitud cuál es el volumen de hidrocarburo disponible, los involucrados en la iniciativa se resisten a dar cifras precisas. Pero están de acuerdo en un punto: los recursos son más que generosos.
Según confirmaron fuentes oficiales a El Cronista, de acuerdo con los números que le presentó Total, la líder del proyecto, al Gobierno, la iniciativa podría producir unos 8 millones de metros cúbicos (m3) diarios de gas (entorno a un 5% del consumo argentino) y sumar reservas por hasta 32.000 millones de m3.
El número es exorbitante por donde se lo mire. Representa, por caso, 8% de las reservas del país a 2010, según datos del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG).
Tanto en el gobierno como en la empresa manejan una fecha estimada para comenzar la producción: fines de 2014 o principios de 2015.
Vega Pléyade es una concesión de exploración y explotación en el mar, a más de 70 kilómetros de las costas de Tierra del Fuego, que está en manos del consorcio Cuenca Marina Austral, integrado por la filial local de la francesa Total (es la operadora y voz cantante de la iniciativa), con un 37,5%; la alemana Wintershall, que tienen idéntica proporción y Pan American Energy. Las tres empresas tienen experiencia en el trabajo sobre el agua. Fueron las que a principios de 2005 pusieron en marcha los yacimientos Carina y Aries, en la misma zona y con mayores reservas aun.
“Todas las áreas del Ministerio de Planificación y la empresa estamos trabajando para ponerlo en marcha. Hoy estamos analizando soluciones técnicas. Necesitamos ver cuál será el precio. Estoy seguro que nos vamos a poner de acuerdo. Y también ver quién va a comprar el gas”, confirmó ante la consulta de El Cronista Javier Rielo, titular de la compañía. Fue en el marco de la exposición Argentina Oil & Gas, que se realizó la semana pasada en La Rural.
Quienes vieron los números que presentó la empresa quedaron sorprendidos. Las inversiones son impresionantes. En torno a los US$ 850 millones en una primera etapa. Ante la consulta de periodistas, Rielo le puso paños fríos y habló de unos US$ 600 millones.
El valor de ese gas es uno de los puntos a definir. Está en el marco del programa Gas Plus, que contempla mayores precios para la producción nueva. En Planificación estiman que rondará los US$ 6 el millón de BTU (la unidad de medida), de manera de cubrir los mayores costos que implica la producción costa afuera en condiciones climáticas extremas. Ese precio es 50% mayor al que desembolsan los consumidores que pagan el gas más caro de producción local (US$ 4 por millón de BTU).
Resta saber, aún, si las industrias, potenciales destinatarias del insumo, están dispuestas a pagarlo.
El impacto
En principio, la mayor producción que aporte Vega Pléyade no podrá volcarse de inmediato al mercado y reducir la caída en el déficit comercial que implican las importaciones de energía. En cambio, tenderá a cubrir la oferta decreciente de otros yacimientos en Tierra del Fuego.
Se debe a que el sistema de gasoductos no alcanza para transportar la totalidad del volumen que se espera. El problema no es cruzar el estrecho de Magallanes (ya se hizo una ampliación hace dos años) sino más arriba, resumió Rielo.
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