Argentina contaba con un equipazo para el mundial Corea-Japón en el año 2002, nombres como el Pupi Zanetti, Pablito Aimar, el Burrito Ortega, la Bruja Verón, el Piojo López eran solo algunos de la pléyade de figuras dirigidas nada menos que por Marcelo Bielsa. Las expectativas eran las más altas, más aún si se consideraba que Bielsa tenía un problema en la delantera de esos que los gringos dicen “it´s a nice problem to have”.
Argentina contaba para el puesto de centro delantero con dos monstruos del gol, Hernán Crespo y el Bati, Gabriel Omar Batistuta. La prensa y los hinchas querían ver a las dos estrellas jugando juntos, pero Bielsa dentro del dogmatismo que lo ha hecho famoso, y en parte exitoso, definió que no podían jugar los dos a la vez. Para angustia de los forofos albicelestes, si el titular era el Bati, Crespo miraba desde la banca, y viceversa.
En los próximos días la UDI tiene que elegir qué hacer con sus candidatos presidenciales de cara a las primarias del sector. Se da la curiosidad de que habiendo una oferta amplia de candidatos de Chile Vamos, son los dos candidatos de la UDI los que mejor marcan en las encuestas. Si bien Lavín y Matthei son bien lejanos en su posicionamiento político a la matriz guzmaniana y a sus hoy coroneles en retiro, han tenido la habilidad de permanecer en el partido pues tienen claro que la vida política del independentismo es helada y con fuertes ráfagas de viento en contra.
La decisión no es nada de fácil para el partido. Tanto Lavín como Evelyn comparten características comunes como el ser percibidos por la población como buenos gestores, pero se diferencian en forma importante en otros aspectos. La reconocida sensibilidad de Lavín para leer las pulsiones más básicas de la ciudadanía y transformarlas en un mensaje simple y que se entienda parece una herramienta útil para gobernar en momentos en que la tecnocracia se encuentra tan devaluada.
Por su parte Evelyn cuenta entre sus activos con un desparpajo que pocos tienen, su autenticidad y frescura podrían ser muy útiles para enfrentar a candidatos con discursos poco tradicionales como la dupla Jiles-Jadue.
Los dados parecen cargados hacia Lavín, quien lidera en las encuestas y sostiene que el partido no puede ir dividido con dos candidatos pues arriesga perder la primaria. El costo de la apuesta no es bajo, pues implica dejar a la única mujer en competencia fuera por secretaría, lo que en los tiempos que corren no solo tiene poca presentación, sino que además puede tener costos electorales importantes.
El único bálsamo a la situación es que los candidatos se tratan con guante blanco, se avisan para no sorprender al otro de cada uno de los pasos y no sale una palabra negativa de su boca para tratar al contrincante. Vienen compitiendo y colaborando desde la elección para diputados el año 1989 y es claro que se aprecian y se respetan.
La UDI tomará su decisión la próxima semana, mucho de lo que ocurra en la elección presidencial tendrá que ver en cómo manejen internamente la disputa entre Lavín y Matthei. Bielsa murió con la suya y Argentina terminó eliminada en primera ronda del mundial cuando era un serio candidato al título. Hasta hoy los argentinos creen que con Batistuta y Crespo juntos en la cancha la historia hubiese sido distinta.
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