Corría marzo de 2008 y el club deportivo Universidad Católica dejaba para siempre las dependencias del Complejo Deportivo Santa Rosa de Las Condes para trasladarse al de San Carlos de Apoquindo, en la misma comuna. La idea inicial era construir lo antes posible un edificio que albergara la mayor cantidad de ramas deportivas en el recinto precordillerano. Pero, en la práctica esto no ocurrió.
En 2011 se inauguró el Club House, inmueble destinado a los socios generales que cuenta con las ramas de tenis y equitación. Pero, el sueño de una casa propia para el resto de las disciplinas se alejaba. Durante años, la rama de básquetbol desarrolló sus actividades en el Club Palestino, el vóleibol hizo lo propio en las dependencias del Colegio Padre Hurtado y Juanita de Los Andes y los triatletas y nadadores se las arreglaban para entrenar en el club, con piscinas no oficiales readaptadas para la actividad.
Tuvo que pasar más de una década para que el anhelo del club se hiciera realidad. Así lo relata su propio gerente general, Juan Enrique Serrano: “Después de varios años lo logramos. Lo bueno cuesta, pero llega”, afirma. Ahora las ramas de triatlón, natación, básquetbol y vóleibol contarán con infraestructura de primer nivel y el resto de los socios, tanto generales como deportistas, dispondrán de una nueva cafetería, piscina olímpica, canchas con medidas oficiales, áreas médicas, camarines, baños, gimnasios, salón de eventos y un largo etcétera.
El proyecto
El Edificio de Deportes se comenzó a construir en julio de 2018 y esperan inaugurarlo en los próximos meses. Están a la espera de los últimos detalles, pero el grueso de la obra ya está listo para ser utilizado. Serrano anticipa que para septiembre ya debería estar 100% operativo. La inversión total alcanzó a 600 mil UF (unos US$ 23 millones). “Con los costos de construcción que hay hoy día, esto nos podría haber costado el doble”, advierte el ejecutivo.
El proceso de financiamiento tampoco ha sido fácil, pero Serrano destaca que, gracias a los aportes de socios, arrendamiento de infraestructura y, sobre todo, los auspiciadores, lo consiguieron. “Al final todo va a una misma bolsa. Pero obviamente que para nosotros los auspiciadores son importantísimos. Tenemos a nuestro principal auspiciador, que es CMPC, y tenemos otros que son muy relevantes para poder lograr y entregar el entrenamiento que les entregamos a nuestros deportistas. Nosotros no podemos financiar el deporte solo con lo que cobramos a los socios, por lo tanto, los auspicios y los arriendos de recintos son aportes sumamente relevantes para que se pueda llevar esto adelante”, explica.
El club y la pandemia
La industria del deporte es una de las que se ha visto más afectadas producto de la pandemia. En el CDUC han estado cerrados desde el 16 de marzo, es decir, cinco días antes de que se declarara la cuarentena oficial. “Creímos que era lo que había que hacer desde el punto de vista responsable, tanto con nuestra gente, deportistas, socios y colaboradores como con las demás personas”, señala el gerente.
Después, empezaron a generar los distintos protocolos sanitarios y a trabajar activamente con la unidad de medicina deportiva del club y se mantuvieron en contacto permanente con los ministerios de Salud y Deporte.
“Se generó un comité de crisis en el directorio para poder ir evaluando prácticamente día a día qué podíamos hacer y cómo satisfacer de mejor manera a nuestros socios y a nuestros deportistas”, cuenta Serrano. Ofrecieron descuentos y se vieron obligados a agilizar el plan de digitalización. “Hoy día tenemos procesos y servicios digitalizados, entonces le podemos entregar a los deportistas tanto de alto rendimiento como los que no, distintos programas: una aplicación que trajimos del CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Barcelona y otra que se llama Virtual CT. Además, se generaron cápsulas con entrenamientos para los socios, que podían verlas a través de sus computadores o sus tablets”, agrega.
Nuevos socios
Actualmente el CDUC cuenta con unos 5.500 socios generales (incluidas sus familias), pero según sus cálculos más de 40 mil personas están relacionadas a la institución: cerca de 3.200 deportistas, 110 entrenadores, 60 dirigentes y alrededor de 14 mil escolares. Hasta antes de la pandemia realizaban alrededor de 65 competencias anuales en las que participaban cerca de 18 mil personas.
Con la construcción del Edificio de Deportes, esperan aumentar el número de socios, sobre todo en las ramas de natación, triatlón, básquetbol y vóleibol. “La natación debería duplicar al menos su cantidad de deportistas y el triatlón por ahí debería andar, entre un 50% y un 100% adicional de deportistas a través del tiempo”, enfatiza Serrano. Respecto de las otras dos disciplinas, si bien cree que el crecimiento será menor, esperan expandirse entre 20 y 30%.
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