Por Rodolfo Carrasco M.
Hoy es una fecha especial para el senador Jovino Novoa, quien hace 30 años fue uno de los fundadores de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido que hoy cuenta con una militante de sus filas como aspirante a La Moneda. De hecho, cree que en esa instancia podrían dar una “sorpresa” en segunda vuelta y ganar a Michelle Bachelet, en una carrera presidencial que a su juicio, está abierta.
- ¿Es posible ganar la carrera presidencial?
- Siempre he tenido confianza en tres aspectos. En que, efectivamente, hoy Chile es distinto y tiene nuevos problemas, pero si hay algo claro es que somos un país que ha progresado mucho y frente a una postura de Bachelet que la veo muy influida por posiciones más extremas de izquierda, nosotros podemos ofrecer al país la continuidad de un gobierno exitoso y perfeccionamiento de un sistema que ha sido exitoso. El 17 de noviembre cuando cada persona vaya a votar y se haga la pregunta ¿cómo estoy yo hoy, igual, mejor o peor que hace cuatro años cuando gobernaba Bachelet? creo que la mayoría de los chilenos debe decir que está mejor. El segundo factor es si a esta constatación de que somos un país que progresa uno debe pensar quien está en mejores condiciones para liderar el país para enfrentar los nuevos desafíos, creo que Matthei tiene características de liderazgo y condiciones superiores a Michelle Bachelet y eso también debiera influir. Lo tercero es que nosotros podemos presentar una opción política que pueda verse menos fuerte que la de la Concertación, pero lo que si podemos garantizar al país es coherencia y consecuencia, distinto a lo que ofrece la Concertación, hoy con esta alianza desde los demócratacristianos hasta los comunistas en el plano político, que aparece como un alianza muy amplia, pero la realidad es que cuando se unen cosas que no son mezclables no estoy tan seguro que vayan a generar en el país el grado necesario de confianza para que la gente vote. No veo que esa coalición pueda dar confianza y seguridad al futuro, son demasiado contradictorias las posiciones que hay al interior. Obviamente, ayuda que la candidata no hable, pero no sé si en 55 días de campaña que faltan, ese silencio que le ha sido tan conveniente hasta ahora no vaya a jugarles en contra. Que el desafío del comando de Matthei en cuanto a tener debates reales y verdaderos entre los cuatro mejor posicionados no sea aceptado por Bachelet la puede perjudicar, esta es una elección en que queda poco tiempo, pero está abierta y en segunda vuelta podemos generar un apoyo mayoritario para nuestra candidata.
- ¿Considera que con Bachelet se corre el riesgo que se desincentiven inversiones?
- Es muy difícil saber cómo sería el gobierno de Michelle Bachelet, por eso creo que esta elección está abierta, porque como la gente no sabe bien cómo va a actuar el futuro mandatario, puede ser que tenga cierta reticencia en darle su apoyo. No sabemos si se va a terminar con el sistema privado de pensiones y que en definitiva se echó mano a los recursos y los ahorros de los chilenos y comiencen a ser administrados por el Estado. En Argentina lo hicieron y están muy mal. No sabemos si en vez de dar garantías para que se generen muchas inversiones en el sector energético que es el cuello de botella que tiene Chile, si va a privilegiar una clase de empresa estatal de energía que realmente no creo sea la solución de hoy. No sé si en definitiva van a primar los criterios dogmáticos en materia de educación superior y se van a focalizar todos los recursos donde el Estado se sienta con manejo de las instituciones superiores o se va a mantener el esquema actual donde son los alumnos los que tiene la capacidad de crédito o beca para la optar a la institución que le brinde más posibilidades. Hay una incertidumbre y cuando esto ocurre hay un resentimiento en cuanto a la capacidad de generar emprendimiento y atraer inversiones y de seguir creciendo. No quiero hacer vaticinios negros, pero con realismo, no podría decir hoy cual va a ser el desarrollo de Chile en el eventual gobierno de Bachelet, porque su abanico de ofertas y las posiciones dentro del conglomerado que la apoya, son diametralmente distintas y contradictorias, esa incertidumbre es un problema. No me parece que uno vaya a ver a un Andrés Velasco como ministro de Hacienda, que fue quien manejó muy bien las finanzas en la administración de Bachelet, no sabemos qué línea se va a seguir, hay indefiniciones en cuanto a programas y en cuanto a equipos y eso no es bueno para el desarrollo de un país, espero que eso haga pensar a los chilenos por quien votar el 17 de noviembre.
- ¿Cómo visualiza el próximo Congreso? Algunos señalan que la Nueva Mayoría obtendrá varios doblajes...
- Nadie puede saber el desenlace de la elección parlamentaria con voto voluntario y una campaña presidencial abierta, con nueve candidatos presidenciales. La realidad es que es prematuro predecir como será la composición del nuevo Congreso, pero creo que la realidad en Chile es fuerte en cuanto a que existen dos conglomerados políticos que son predominantes, la Alianza y Concertación; y eso se ha dado en todas las elecciones.
¿Reforma Tributaria en programa de Matthei?
- ¿Es posible abrir espacio a una reforma tributaria en el programa de Evelyn Matthei?
- Creo que los problemas que vamos a tener en la próxima década son más bien de atraer inversiones y generar nuevos emprendimientos más que aumentar los recursos fiscales por la vía de los impuestos. Veo que el ciclo tan virtuoso que ha habido para las economías basadas en materias primas se está acabando y si queremos mantenernos en un nivel de crecimiento vamos a tener que desarrollar otro tipo de actividades agregando valor a las cosas y para eso se requiere capital humano y financiero.
Antesala del presupuesto
- ¿Cómo prevé la discusión del presupuesto 2014?
- Hay varios factores que son objetivos y que en realidad si se hace una discusión seria del presupuesto, debiéramos coincidir en ellos. Primero que estamos pensando en un crecimiento del país de un 4% a 4,5%, por tanto, una expansión del gasto público debe andar en esa cifra. Lo segundo es que independientemente del nivel de crecimiento del país para los recursos públicos es muy gravitante el precio del cobre y no se ve con fortaleza para el próximo año. Además, hay un compromiso de llegar a un déficit estructural de 1% y eso también limita la expansión del gasto público. Por eso pensamos en un crecimiento del gasto de 4% a 4,5%. Esa expansión tiene que cubrir una cantidad de compromisos que están asumidos y que la Concertación aprobó con entusiasmo como el Transantiago que es la ley más cara que se ha votado en Chile; quiero señalar que fui el único que votó en contra de una ley de US$ 1.500 millones de subsidio anuales es un despropósito. Si la Concertación estaba tan contenta aprobando estos recursos para el próximo año tiene que entender que la disponibilidad del crecimiento del gasto estarán copadas en forma importante por este factor. Hay otros gastos ya comprometidos que no se pueden reducir en educación y en salud, donde ha existido una expansión del gasto razonable y atendible. Si uno mira el cuadro, pero ya está comprometido en otras áreas es muy difícil hacer planteamientos de
US$ 700 millones para el fondo de libre disponibilidad, que nos digan a qué le rebajamos, así que se nos viene una discusión técnica. En pedir no hay engaño, pero hay que ver cómo cuadramos.
"Estoy orgulloso de la udi"
- ¿Qué destacaría al cumplirse 30 años de la creación de la UDI?
- Estoy orgulloso de lo que hemos creado en política. En 1983 formamos la UDI como movimiento político. Hemos tenido una trayectoria exitosa como partido, pero partimos mucho antes en el gremialismo universitario de la década del 60. Esta ha sido una experiencia interesante en la política chilena, un trabajo de construcción de un país distinto que se hizo durante el gobierno militar, donde se pudieron hacer reformas estructurales importantes que se han mantenido y le han dado una vitalidad a Chile. Luego la UDI durante 20 años lideró una oposición que fue muy importante para que los gobiernos de la Concertación tuvieran un éxito que ellos hoy desconocen. Ahora hay un desafío muy puntual que son las elecciones presidenciales donde nosotros esperamos con Evelyn Matthei dar la sorpresa y que la disputa con Bachelet nos abra una posibilidad de triunfo en la segunda vuelta. Por cierto aspiramos a tener un muy buen resultado parlamentario. Pero también tenemos que ver los próximos 30 años donde partimos con un país distinto al de años atrás y debemos estar dispuestos a dar respuestas a esas nuevas inquietudes. Desde el punto de vista de algunos que partimos en el año 60 hacer también un esfuerzo para que haya una renovación generacional y de la dirigencia.
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