Moscú teme nueva ola de terror islámico tras bomba que mató a 35 personas

Moscú se preparaba para una nueva campaña de terror por militantes islámicos después de que una explosión destrozara el pasillo de arribos internacionales del aeropuerto Domodédovo de Moscú, matando a 35 personas y dejando 168 heridos.

La policía puso a las centrales de transporte de la ciudad en alerta después del segundo ataque terrorista serio en la capital en un año. No hubo atribución inmediata de la responsabilidad. Pero los fiscales dijeron que estaban iniciando una investigación del ataque terrorista, probablemente llevado a cabo por un terrorista suicida, mientras los analistas dijeron que el ataque tenía todas las marcas distintivss de una campaña terrorista islámica realizada por militantes del Cáucaso del Norte.

En marzo, 40 personas murieron después de que dos terroristas suicidas provocaran explosiones en el metro de Moscú. En noviembre de 2009, 26 personas murieron a bordo de un tren entre Moscú y San Petersburgo. Rusia no da abasto con las continuas explosiones en Cáucaso del Norte. La llamada estabilidad allí es un mito, dijo Lilia Shevtsova, analista del Carnegie Centre de Moscú. El presidente ruso Dmitry Medvedev retrasó su viaje al Foro Económico Mundial en Davos, donde hoy daría el discurso de apertura. Él prometió castigar a los responsables. Barack Obama, presidente de EE.UU., condenó este salvaje acto de terrorismo contra el pueblo ruso. El ministerio del Exterior británico aconsejó a los ciudadanos de ese país no volar a Moscú.