Así será la City madrileña

Una zona sostenible, con todo tipo de equipamientos y eje de referencia para Madrid. Éstas son las bases sobre las que se ha creado el nuevo desarrollo inmobiliario de Chamartín, al norte de Madrid.

"Es un planteamiento ambicioso con un paralelismo claro con otros proyectos de regeneración urbana en otras capitales europeas como el cambio que supuso Canary Wharf en Londres, La Défense en París o Potsdamer Platz en Berlín", explica Flavio Tejado, director de la oficina técnica de la sociedad Distrito Castellana Norte y responsable de la firma de ingeniería Arup en España.

La compañía forma parte de las más de 30 empresas que han trabajado en el proyecto, donde se incluyen firmas de servicios profesionales e inmobiliarios, abogados y el estudio de arquitectura Rogers.

El ambicioso proyecto de Castellana Norte se ha vertebrado en cuatro partes: una primera llamada Parque Central, que será la más cercana a Plaza Castilla, y que incluirá 6.300 viviendas y un parque de 24 hectáreas.

"Es una zona donde el stock de viviendas apenas llega al 1%", señalan sus promotores. La segunda, llamada área de negocios, con 878.150 metros cuadrados de oficinas y 87.425 metros de equipamientos públicos, dos estaciones de metro (con 4,4 nuevos kilómetros) y una de cercanías, completará el complejo de las Cuatro Torres que está junto a la zona. "Queremos que sea un espacio con vida no sólo de lunes a viernes, por lo que habrá también centros comerciales y hoteles", aseguró Antonio Béjar, presidente de la sociedad Castellana Norte.

El nuevo desarrollo supondrá también la prolongación de la Castellana, con 10.000 viviendas, y equipamientos públicos que también prestarán servicios a barrios de la zona como Fuencarral y Begoña. Además, contará con un tranvía que funcionará en la mediana de la nueva zona de la Castellana. Junto al complejo de oficinas, el desarrollo contará con un área tecnológica con 180.350 metros cuadrados, donde se espera que se instalen multitud de empresas y se generen nuevas actividades económicas.

La prolongación de la Castellana mejorará los accesos a la ciudad por esa zona con la reforma del nudo norte y la M-40, e integrará el área de las Cuatro Torres con los desarrollos de Las Tablas, donde tienen su sede grandes compañías como FCC, Telefónica y BBVA, creando un renovado distrito financiero en la capital española a imagen de sus homólogas europeas.

Con el sello del arquitecto de LA T4
Richard Rogers (Florencia, 1933) conoce bien España, al menos muchos de sus edificios. Proyectó la terminal T4 de Barajas (Madrid), el Hotel Hesperia Tower de Barcelona, el edificio de Bodegas Protos en Peñafiel (Valladolid) y la sede de Abengoa en Sevilla. Galardonado con el Premio Pritzker de arquitectura en 2007, este arquitecto nacionalizado británico diseñó, junto a Renzo Piano, el Centro Pompidou de París, el Edificio Lloyd's de Londres y el World Trade Center Tower 3 de Nueva York. Su estudio Rogers Stirk Harbour + Partners (Londres), que ha formado parte del grupo de expertos que ha diseñado la macroampliación de la Castellana, es uno de los más importantes del sector. Su estilo es pragmático y elegante y apuesta por la simplicidad, la austeridad y la naturalidad. Sus proyectos se caracterizan por la innovación, la sostenibilidad y el uso de colores vivos.