Somerville cuestiona el debate por las reformas: "Me sorprende la indolencia y la frivolidad, estoy desilusionado"

Seis meses en Chile y otros seis en Miami. Así divide su tiempo el expresidente de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville. Es además director de Enel Américas, continuadora de Enersis, por donde dice ha visto pasar a españoles e italianos, quienes -recalca- han hecho desarrollarse a la compañía.

Enfocado en negocios propios, Somerville no deja de estar atento a lo que está sucediendo en el país, donde dice se siente "desilusionado" por la falta de capacidad para llegar a acuerdos en el mundo político.

De entrada, dice que le llama la atención que en el país no se destacara más la señal que está dando el mercado de capitales al concretar el aumento de capital de Enel Américas por US$ 3.000 millones con 97% de aceptación.

"Esto pudo haberse hecho en cualquier parte del mundo, pero se concretó en Chile. Eso tiene una importancia para el mercado de capitales, por el prestigio que nos da. Para la empresa es fantástico, pero también para Chile, en especial cuando se habla de convertir al país en un centro financiero".

-Este es un tema que se viene hablando hace 30 años, ¿usted ha visto un cambio para concretar esta relevancia?

-Para ser centro financiero, además de las normativas, tienen que haber operaciones, porque eso refleja la confianza que tiene el mercado en la transparencia, la seriedad, estabilidad de las reglas. Y bueno, aquí ya hay una operación, que es la más grande que se ha hecho en Chile y América Latina. Para la empresa esto es fantástico, porque es un reconocimiento al excelente manejo que tiene.

-¿Cómo ve el sector bancario?

-Estoy muy alejado, porque vivo en Miami, pero las nuevas regulaciones es algo que se venía. Para Basilea III nos veníamos preparando hace muchos años y es lo que hay que hacer.

-¿Cómo se ve el país desde afuera?

-No quiero culpar ni al gobierno, ni a la oposición, pero las reformas -como la tributaria o la de pensiones- son absolutamente necesarias. Debe primar la racionalidad y que estos asuntos se arreglen de una vez, especialmente ahora qué hay mucha turbulencia internacional. Me sorprende la indolencia y/o frivolidad con que estos temas se manejan en el Congreso. Creo que el capital intelectual del Congreso chileno no es el que tenía antes.

-¿Con quienes los compara?

-Yo fui 20 años presidente de la Asociación de Bancos y créame que esos parlamentos eran de mucha más calidad que este y es responsabilidad de partidos políticos nombrar personas de mayor capacidad. Yo conocí grandes diputados y senadores de ambos sectores, donde había mucho más diálogo y las cosas salían adelante.

-¿Por qué cree que se perdió todo eso?

-Porque se ha generado una ideología, una crispación y una frivolidad, además que nadie evalúa cuáles son los costos de las medidas que se impulsan, o se trata de una manera ligera. Pero no es posible lo que está ocurriendo, en especial por el entorno internacional. Esto desilusionado.

-¿Cómo ve el ambiente en Chile a nivel cotidiano?

-Cuando vuelvo al país -porque voy todos los meses-, veo mucha crispación, irritación, muy malos modales incluso en el quehacer diario, con los autos, las bocinas; la gente grita por cualquier cosa.