Multinacionales

Netflix produce más contenidos para enfrentarse a la competencia

La compañía planea invertir US$ 8.000 millones en nuevos productos este año.

Por: Tim Bradshaw | Publicado: Jueves 25 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Cuando la primera temporada de House of Cards hizo su debut en Netflix en febrero de 2013, los expertos se preguntaron si el servicio de video en streaming podría permitirse pagar US$ 100 millones.

En aquel momento, Netflix tenía 33,3 millones de suscripciones. Hace cinco años, el servicio dependía mucho de los acuerdos de distribución de contenidos con grupos de medios tradicionales como Walt Disney y AMC para poder ofrecer la gran mayoría de series y películas que emitía en Internet. Pero a principios de 2018 puede darse el lujo de amortizar US$ 39 millones sin que Wall Street ni siquiera parpadee. Este cargo contabilizado en el cuarto trimestre de 2017 está relacionado con la programación, incluidos dos episodios de House of Cards que Netflix encargó pero que nunca se emitirán por el escándalo de acoso sexual de su protagonista Kevin Spacey.

Aparte de este cargo, los resultados y previsiones positivas presentadas por la compañía el lunes provocaron que su capitalización bursátil supere los US$ 100.000 millones por primera vez. Sus ingresos anuales en 2017 aumentaron un 32% y ascendieron a US$11.700 millones, mientras que sus ganancias se triplicaron y fueron de US$ 559 millones, gracias al éxito de series como Stranger Things y The Crown.

Sin embargo, aunque los inversionistas celebraron el crecimiento de Netflix, que ya tiene 117,6 millones de abonados a nivel mundial, la compañía advirtió que mantener este ritmo en la producción de contenidos originales propios tendría un costo muy superior a los US$ 100 millones gastados.

Deuda

El pasivo de Netflix por el prepago de contenidos y por su deuda se ha cuadruplicado en los últimos cinco años, de US$ 6.100 millones a finales de 2012, cuando encargó House of Cards por primera vez, a US$ 24.200 millones a finales del año pasado. De ese total, US$17.700 millones corresponden a contenidos: lo que paga por la adquisición, licencia y producción de series, programas de televisión y películas, a veces años antes de emitirlos. Los otros US$ 6.500 millones son deuda, y Netflix dijo el lunes que tenía previsto emitir deuda otra vez.

Para justificar esos US$ 24.000 millones de pasivo, el CEO Reid Hastings pidió a los inversionistas que apostaran por el éxito de Netflix en la producción propia de programas de éxito mientras intenta llenar el vacío de programación que ha dejado Disney al pasar de ser socio a ser competidor en el mercado de streaming: “Nuestra evolución en los últimos dos años ha sido excelente y seguiremos creciendo”, dijo Hastings en la rueda de prensa. Allí, ejecutivos de Netflix presentaron también los próximos lanzamientos de Altered Carbon, una serie de ciencia ficción, y Everything Sucks, una comedia dramática ambientada en la década de 1990 en Oregón, con los que esperan atraer suscripciones en 2018.

La compañía también tiene previsto encargar más series en idiomas distintos del inglés: el año pasado sólo tenía unas pocas, como la alemana Dark, pero en 2018 contratará a más de 30 productoras de Polonia, Corea del Sur y Japón. Además, hay docenas de películas previstas tras el éxito de Bright de Will Smith.

En total, Netflix planea invertir US$ 8.000 millones en contenidos nuevos este año, y Hastings advirtió que el presupuesto para contenidos continuaría creciendo en 2019 y 2020.

La competencia también está aumentando. Disney planea lanzar nuevos servicios de streaming de pago este año, y Hulu (cuyos propietarios son Disney, Fox y Comcast) llegó a la cifra de 17 millones de abonados el año pasado. Anticiparse a esa competencia de las compañías de medios tradicionales fue lo que llevó a Netflix a invertir en sus propios programas, según el director de contenidos Ted Sarandos: “Una de las razones por las que empezamos a producir programas era que si llegaba un momento en que las cadenas no quisieran vendernos sus contenidos para emitirlos nosotros tendríamos que ocupar ese vacío con programas propios. Y es lo que está ocurriendo”.

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