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El destino de los conglomerados chinos depende de su relación con el gobierno

Beijing tomó control del gigante Anbang Insurance la semana pasada, pero permite las adquisiciones en el extranjero de otras empresas, aumentando los riesgos financieros.

Por: T. Hancock/L. Hornby Bijie/Beijing | Publicado: Lunes 26 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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La toma de control de Anbang Insurance por parte del gobierno chino y la persecución criminal de su fundador, Wu Xiaohui, marca el paso más grande hasta ahora en una campaña oficial contra el financiamiento riesgoso por parte de ambiciosos conglomerados, lo que ha llevado a una disminución severa de los acuerdos chinos en el extranjero.

Pero el mismo día que fue anunciado el control de Anbang, la empresa china Fosun dijo que comprará una participación controladora en Lanvin, el diseñador más antiguo de Francia. La decisión destaca los destinos diferentes de los cuatro principales conglomerados privados –los otros son HNA y Dalian Wanda- que Beijing identificó el año pasado como empresas que se endeudan demasiado agresivamente para financiar las compras en el extranjero.

Todos ellos han captado los titulares en los últimos años con una serie de adquisiciones extranjeras audaces. Estas incluyen la compra por parte de Anbang por US$ 2 mil millones del hotel Waldorf Astoria en Nueva York, la adquisición por parte de Dalian Wanda del estudio de Hollywood Legendary Entertainment por US$ 3.500 millones, y el desembolso de US$ 40 mil millones por parte de HNA en acciones de empresas incluyendo a Deutsche Bank y Hilton Worldwide.

Beijing empezó a frenar la juerga el año pasado, preocupado de que las empresas estuvieran pagando de más por activos extranjeros y drenando las reservas de divisa extranjera de China, mientras dependían de métodos de financiamiento riesgosos para financiar las adquisiciones.

Trato diferente

Analistas dicen que el trato gubernamental de los grupos difiere dependiendo de sus fuentes de financiamiento y de si han cooperado con la campaña del gobierno para frenar las salidas de capital y disminuir el apalancamiento. “Los conglomerados han estado pidiendo préstamos a los bancos chinos y haciendo acuerdos en el extranjero, acuerdos que no (crean) mucho beneficio para el régimen. Si las cosas empiezan a ir mal, el riesgo está en los bancos estatales”, dijo Ether Yin de la consultora Trivium China.

La inversión en el extranjero de China cayó 35% el año pasado, a US$ 137 mil millones, frente a  US$ 204 mil millones en 2016, en parte por las restricciones más duras a las salidas de capital, según MergerMarket.

Wanda ha cooperado con las directivas oficiales deshaciéndose de más de US$ 4 mil millones de activos en el extranjero en los últimos nueve meses y prometiendo “reenfocarse” en la economía doméstica. Este mes, vendió su participación de 17% en el club de fútbol español Atlético Madrid.

HNA, en tanto, parece estar recuperando apoyo mientras se reagrupa en medio de la crisis de liquidez. A mediados de mes, la empresa cargada de deudas anunció la venta por US$ 2 mil millones de dos parcelas en Hong Kong a la inmobiliaria local Henderson Land.

Pero era el modelo de financiamiento de Anbang el que causó mayor preocupación a las autoridades chinas. A diferencia de otros grupos, que dependían de préstamos bancarios o emisiones de bonos para financiar adquisiciones, Anbang dependía de la venta de productos de inversión riesgosa -que vendía a los ricos inversionistas chinos de retail- promocionados como seguros de vida, una parte del creciente sistema bancario en las sombras chino.

El regulador de seguros prohibió a Anbang vender varios productos riesgosos el año pasado, justo antes de que las autoridades detuvieran a Wu, en medio de una amplia campaña en contra de la banca en las sombras.

Cambio de estrategia

HNA también está bajo una fuerte presión. El grupo, que comenzó como una aerolínea antes de expandirse a las finanzas, es el más adquisitivo de todos los grupos y ha estado enfrentando una crisis de liquidez, lo que lo obligó a recurrir a fuentes de financiamiento más riesgosas.

La compañía, cuya propiedad ha sido cuestionada por reguladores extranjeros, ha intentado convertir su capital político en capital financiero, y su copresidente, Wang Jian, dijo que los críticos de la compañía son parte de una conspiración para socavar a China, según un discurso filtrado. Los esfuerzos parecen haber valido la pena, y el banco estatal Citic le otorgó una línea de crédito de US$ 3,2 mil millones este mes.

Aún así, la compañía está enfrentando preguntas sobre sus accionistas. “Cuando haces negocios con empresas chinas, hay que ser consciente de que el riesgo de que fracasen es alto por las posibles presiones políticas, por lo que la debida diligencia debe mantenerse alta”, dijo Fraser Howie, un experto en regulación financiera china.

Fosun, que posee propiedades y activos de seguros, ha disminuido el ritmo de sus adquisiciones en el último año. La compañía con sede en Shangai ha dado pasos para bajar su apalancamiento y posicionar sus inversiones como que contribuyen a los esfuerzos del gobierno para hacer que la economía china sea de alta tecnología e impulsada por el consumo.

Los grupos chinos han sido ayudados por una baja en las preocupaciones sobre la moneda china, que se ha fortalecido en el último año, mientras que las reservas de divisas de China han crecido durante doce meses consecutivos. “Ese pánico ha disminuido”, dijo Howie.

“El problema es cómo se financian los acuerdos, si se ajustan a los objetivos estatales y si se puede decir que benefician al país”, agregó. “Hacer negocios inmobiliarios en el este de Londres no parece beneficiar a China Inc. Se trata de qué tan bien financiados están y el precio que estaban pagando”.

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