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¿Y si usamos la tecnología para prevenir emergencias?Y

Gerente General Fundación País Digital

Por: Juan Luis Núñez | Publicado: Jueves 2 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Los incendios que han afectado a la zona centro y sur del país, devastando miles de hectáreas, sumados a las intensas lluvias en sectores cordilleranos, que generaron aluviones, crecidas de ríos, desplazamientos de tierras y extensos cortes de agua, nos han vuelto a situar en un escenario de emergencia a nivel nacional, con un amplio despliegue de recursos técnicos, humanos y económicos, tanto públicos como privados, incluso con ayuda internacional.

En diciembre pasado, la Comisión para la Resiliencia frente a Desastres de Origen Natural (CREDEN), presentó un informe que señala que Chile es el país de la OCDE que más recursos invierte en mitigar los daños causados por los desastres naturales. Solo el terremoto y tsunami de 2010 produjo pérdidas de alrededor de 30.000 millones de dólares, lo que correspondió al 18% del PIB.

Un número creciente de países de la OCDE han establecido recientemente incentivos para desarrollar y desplegar tecnologías de la información y comunicación (TIC), sistemas de información geográfica, tele observación y datos por satélite para la prevención de emergencias. La respuesta eficaz a un desastre incluye información oportuna y alerta temprana de peligros potenciales y, para esto, el uso de la tecnología es esencial.

En general, Chile ha sido un país reactivo a las emergencias. Es hora de cambiar este paradigma y no solo responder de la mejor forma posible, sino que ya es un deber aprovechar esta oportunidad para utilizar las bondades que nos brinda la tecnología para prevenir y actuar a tiempo.

En este sentido, el desafío de construir ciudades inteligentes puede tener un nuevo significado. No se trata solamente de dotar a las urbes y sus habitantes de sensores y sistemas de automatización para una serie de procesos del diario vivir, sino que dichos artefactos, sumado a las capacidades humanas y coordinación entre los distintos actores, deben ser capaces de crear ecosistemas que permitan prevenir aquellas contingencias que en el último tiempo se han vuelto cada vez más recurrentes. Las iniciativas de Corfo Región Metropolitana, con su programa Santiago Inteligente, van en la línea señalada y esperamos que el resto de las regiones repliquen esta idea.

Crear un sistema de despacho de unidades de emergencias para actores públicos (carabineros, bomberos, CONAF o ambulancias) y privados, especialmente empresas de servicios básicos y entregar información oportuna a la comunidad, disminuyendo los tiempos de atención y respuesta a la emergencia, es una necesidad que se requiere resolver de manera urgente.

Un caso exitoso de incorporación de las TIC a este tipo de situaciones límite es el trabajo desarrollado desde 2014 por el Cuerpo de Bomberos de Santiago, quienes han logrado reducir en 30% los tiempos de respuesta a las emergencias. Para ello, han utilizado los sistemas COMMANDER, para modelar la red vial y asignar prioridades de los vehículos de rescate, y ZEUS, para la administración del despacho de sus recursos y controlar las emergencias.

Dichos sistemas consideran un modelamiento de la red vial, con el fin de establecer los tiempos de llegada según los siguientes criterios: sentido del tránsito, cambio de sentido de vías reversibles y horarios de congestión en días hábiles e inhábiles, cierres temporales de vías y otras obstrucciones. Al incorporar estas variables como consideración principal en el modelamiento de tiempos de llegada, se permite que la asignación del material mayor sea dinámica, debido a que se ajusta a las condiciones del tránsito en el momento de su despacho.

Chile tiene la certeza que emergencias naturales seguirán ocurriendo en el futuro. Ante dicha certeza, ya no resulta una opción el uso de tecnologías, sino que una obligación de la que debemos hacernos cargo. Los presupuestos fiscales deben priorizar este tipo de soluciones, puesto que la supuesta mayor inversión inicial se verá retribuida con creces cuando nos demos cuenta que hemos sido capaces de prevenir o manejar de mejor manera desastres de la magnitud que hemos vivido este verano.

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