Acopio de propuestas tributarias

En forma creciente la agenda de trabajo de las autoridades políticas y económicas se ha ido cargando hacia el tema tributario. El presidente y sus ministros han acelerado no sólo las declaraciones, sino que también las gestiones y, de hecho, en los últimos días han concedido entrevistas y sostenido reuniones en la lógica de trazar y recoger propuestas que permitan afinar el conjunto de perfeccionamientos y reformas que se enviarán a discusión legislativa. Dado el cuadro actual, y descartando la ocurrencia de situaciones extraordinarias, hoy nadie pone en duda que más temprano que tarde se propondrán cambios tributarios.



La Concertación, los gremios empresariales y, recientemente, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han sido protagonistas esta semana y, en las próximas jornadas, está previsto que salgan a escena nuevas propuestas, como las que contendrá el muy esperado informe CEP y Cieplan.

Si bien el ejercicio de consultas no tiene nada de malo -y, por el contrario, es necesario-, lo cierto es que la autoridad debe estar alerta y evitar que este debate introduzca incertidumbre en la toma de decisiones de los privados, en especial teniendo a la vista el escenario económico internacional más complejo que se avizora. El gobierno debe calibrar adecuadamente el proceso y zanjar en función de sus definiciones y diagnóstico, cuáles son los perfeccionamientos que pueden hacer más eficiente y justo el sistema. El debate de ideas ha demostrado hasta ahora que es difícil llegar a consensos y, de hecho, se ha visto que en torno a un mismo tributo hay quienes proponen su aumento o eliminación.