Cartas a la Directora

Muchos feriados y poca productividad

Señora Directora:

Chile tiene serios problemas de productividad y el número excesivo de feriados agrava esta situación. Y en feriados largos como fiestas patrias, el país Chile se paraliza no sólo los días 17, 18 y 19 de septiembre, pues suerte el 20 y 21 funcionará a “media máquina”. Según un estudio MERCER de 2016, estamos en el Top Ten mundial de feriados públicos.

Parece irresponsable entonces, que parlamentarios promuevan iniciativas que buscan extender los feriados que existen o crear otros nuevos. Sélo este año tenemos 16 días festivos. ¿No parece demasiado?

Ahora bien, los trabajadores sí necesitan descanso de calidad; 15 días de vacaciones parecen pocos comparado con países desarrollados con altos índices de productividad como Australia (20 días), Alemania (24), Dinamarca y Suecia (25). Aquí claramente estamos en deuda.

Para conciliar objetivos en aparente conflicto —descanso del trabajador vs. Aumento de la productividad—, una solución es aumentar los días de vacaciones (por ejemplo, a 20 o 22) y disminuir los feriados en similar proporción (5 o 7 días menos).

Esto tiene, además, un efecto importante en la vida de cada persona y su familia, ya que es el trabajador quien decide cuándo descansa. Y como no todos los trabajadores saldrán de vacaciones los mismos días, el país no se detiene.

En consecuencia, ejercer libremente el derecho a planificar el tiempo de descanso ayudaría a mejorar simultáneamente la productividad y la calidad de vida de todos.

Marco Antonio Muñoz H.
Managing Partner Aktion Advisors

El nuevo poder de las Asociaciones de Consumidores

Señora Directora:

El proyecto de ley que el Congreso Nacional despachó en octubre de 2017, para fortalecer las potestades del SERNAC, se ha convertido en ley despojado de las atribuciones sancionatorias e interpretativas que los poderes Ejecutivo y Legislativo habían querido entregarle, tras su paso por el Tribunal Constitucional, que en dos fallos sucesivos consideró que dichas atribuciones eran incompatibles con la Carta Fundamental.

El efecto, no querido por el legislador, de esas resoluciones del TC, es un cambio en el rol institucional que hasta ahora han tenido las Asociaciones de Consumidores. En definitiva, el reparto de competencias entre las Asociaciones de Consumidores y el SERNAC ha resultado gravemente alterado.

Mientras el SERNAC ejercerá sus potestades atado a un estatuto de derecho público —que determina la manera y las limitaciones con que puede operar en la defensa de los consumidores—, estas asociaciones podrán asumir su representación con la libertad que supone ser consideradas como organizaciones de interés público, sin estar sometidas a los controles de legalidad que afectan al SERNAC.

La próxima entrada en vigencia de esta nueva ley conlleva fuertes incentivos para promover juicios colectivos, que se derivan del fuerte incremento de las multas, de la posibilidad de demandar el daño moral en esos procesos, y de la introducción de instituciones nuevas (como las pruebas dinámicas y los daños punitivos).

Es previsible, entonces, que las class actions, tan frecuentes en otros países, se vuelvan comunes en el nuestro, promovidas por un número creciente de estas asociaciones.

Hernán Quiroz Valenzuela
Abogado

Fuerzas Armadas y siglo XXI

Señora Directora:

En el mundo moderno, el sector de defensa chileno tiene que asumir, al igual que en países desarrollados e incluso de nuestra región, la función complementaria de ser un motor de desarrollo económico, potenciando una base industrial de defensa focalizada en productos duales (uso civil y militar), con capacidad de integrarse al tejido industrial nacional. Un primer paso es hacer reconocibles los temas de interés en común entre el mundo académico, el sector industrial y las FF.AA., para que todos ellos conozcan sus respectivas capacidades y necesidades, y trabajen en soluciones.

Se requiere integrar la tecnología que incorporan al país las FF.AA. con sus sistemas de armas y equipos; el conocimiento experto y laboratorios de las universidades; y el aporte innovador y económico de la industria.

La sinergia de estos tres sectores necesita que el gobierno genere políticas públicas que incentiven las prácticas de una industria 4.0 con proyección de futuro.

Benjamín Riquelme Oyarzún

Paz social, responsabilidad compartida

Señora Directora:

Según el Instituto para la Economía y el Índice de Paz Global, el cual refleja los niveles de violencia registrados en los países, durante el último año el mundo se ha transformado en un lugar más violento. En el ranking, liderado positivamente por Islandia y con Siria en el peor lugar, Chile es el país menos violento de nuestra región, ocupando el lugar 28, pero cuatro puestos más abajo que el año pasado.

Si bien es cierto que hace muchos años nuestro país no ha estado presente en un conflicto armado, la paz social se ve afectada por el nivel de percepción de la corrupción, el decrecimiento de la confianza, las demandas ciudadanas por mejoras en la educación, salud y previsión, entre otras.

Como país, el desafío es claro. Debemos transformarnos en una nación que avance hacia una cultura más inclusiva y solidaria, ya que la paz social se construye entre todos.

Margarita Ducci
Directora Ejecutiva Red Pacto Global Naciones Unidas