Cartas

Cartas al Director

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Dictadura sindical


Señor Director:


Es lo que los chilenos están sufriendo, causada por los empleados públicos, a quienes los sueldos se les pagan con los impuestos que aportan al estado los ciudadanos, sus mandantes. Esta dictadura pasa por sobre la Constitución, la que sabiamente prohíbe esta clase de movimientos sindicales, puesto que los empleados públicos proporcionan los servicios monopólicos que el estado presta a los ciudadanos; las autoridades con su pasividad, ya sea por complicidad o por inepcia, contribuyen a que exista esta contravención constitucional, que está causando grave daño a la nación toda, y además, las mismas autoridades crean un nefasto precedente contra el Estado de Derecho. No se toman las medidas disciplinarias ni los recursos judiciales conducentes a corregir esta grave anomalía, reflejo del desgobierno reinante; de seguir esta institucional rodada cuesta abajo, terminaremos inevitablemente en el pantano de la anarquía.


Darío Torrealba


Derecho a voto, deber de votar


Señor Director:


Respecto al exagerado nivel de abstención que hubo en las elecciones municipales. El pasado 23 de octubre el 65% de los chilenos no ejercieron su derecho a voto, cifra que vence incluso la marca histórica de 60%, que habíamos alcanzado el 2012 y que se estima, no dejará de subir. Esta baja participación electoral muestra una imprudencia gigantesca por parte de los residentes del país y falta de conciencia de lo que esta acción generalizada puede generar.


Luego de la liberación del voto instaurada el 2012, la ciudadanía ha comenzado a sentirse eximida de esta responsabilidad, desligándose de la selección de sus autoridades. El derecho a voto tiene un valor incalculable, permite expresar nuestra voluntad y participar activamente en las decisiones del país, a través de la elección de nuestros representantes.


Si las personas se desligasen de sus derechos, tan fácilmente como olvidan sus deberes, su comportamiento tendría más sentido. No hay nada más inconsecuente que quejarse de acciones del gobierno y no aportar nada para cambiarlo. Limitarse a hacer marchas y protestas, pero no ocupar la palabra cuando nos la dan.


Con la ciudadanía no obtenemos solo el derecho a voto, si no que también, el deber cívico y moral de votar, elemento base y fundamento de la democracia. La representación requiere de la participación y en este momento las autoridades elegidas representan a menos de un tercio de la población. ¿Qué cifra tenemos que alcanzar para tomar conciencia de este problema?


No se queden en sus casas y vayan a votar.


Rafael Edwards Valdés

Día nacional de las cooperativas


Señor Director:


Frente a la opinión pública, el día 14 de noviembre, pasa desapercibido, no es noticia. Será ello de responsabilidad de sus dirigentes?


Mi opinión es que si, que lleva a cabo actos privados, o de lobby o de gestión de intereses, pero ello no es visto por la gran sociedad civil ni la política, por falta de sentido de gremio.


Las cooperativas son empresas que abordan giros como el financiero, consumo , industria y servicios, trabajo, electricidad, campesinado, pesqueria, agua potable rural, etc. Aportan parte significativa del PIB, dan empleo a mucha gente, exportan productos.


Tienen, por último un rasgo que las obliga a una conducta de mercado especialísima, son empresas solidarias y de ayuda mutua. Por ello, tal conducta les es exigible en grado máximo por sus socios, trabajadores, proveedores y consumidores, como por las comunidades con que se relacionan, la llevan escrita a fuego en su frente, y las fuerza a la inclusión.


Buena razón para atender este 14 recién pasado, y emplazar a que la dirigencia se una en un grupo gremial representativo de todas las empresas cooperativas.


Raúl Novoa Galán
Abogado

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