Señora Directora:
Faltando poco más de dos meses para el plebiscito constitucional que se realizará a fines de octubre, no hay ambiente de cara a este trascendental evento electoral. Desde el Gobierno, partidos políticos y comandos tampoco se ve una mayor activación, lo cual es inquietante, considerando que se trata del proceso electoral más importante desde el retorno a la democracia, donde se definirá la ruta que tomará el país de aquí hacia adelante.
Hasta ahora prácticamente no ha habido debate de fondo sobre los alcances del plebiscito y la conveniencia de mantener o reemplazar la actual Constitución. A esta falta de debate e intercambio de ideas sobre ambas opciones, se suma que estamos en medio de un escenario político altamente polarizado, y en muchos casos, ideologizado, lo que dificulta aún más poder tener una discusión democrática y responsable al respecto.
Tampoco nadie se ha atrevido a plantear abiertamente la posibilidad de que sea necesario aplazar nuevamente el plebiscito, si es que hay un rebrote del virus en las próximas semanas o si retorna la violencia callejera ahora que está comenzando el desconfinamiento.
Lamentablemente, en vez de estar debatiendo los temas centrales en relación al plebiscito, vemos a una ciudadanía atemorizada y con un alto grado de incertidumbre sobre lo que viene.
Carlos Cuadrado S.