La Edad de la Inocencia
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Señora Directora:
Al revisar el impuesto “Robin Hood” que viene a beneficiar rápidamente a los sectores más desposeídos, me resulta inevitable recordar otra obra literaria, la novela “La Edad de la Inocencia”.
En ella se observa, cómo las relaciones románticas pueden constituirse a partir de arquetipos pletóricos de idealización y dulzura, donde los protagonistas pretenden construir un mundo de ensueño sin afectar a terceros. Finalmente, la realidad a la que se enfrentarán todos los inocentes de la obra es que las acciones que se adopten generarán efectos más allá de lo previsible y nos alejarán del ideal perseguido.
Este impuesto, según sus promotores, no genera distorsiones, cosa que resulta contraria a conceptos básicos de la teoría económica. El impuesto va a disminuir el número de transacciones, por lo que la recaudación esperada no se alcanzará. Además, es probable que los verdaderos ricos trasladen sus operaciones a otros mercados donde no sean castigados.
Para entender por qué surgen estas ideas, es necesario recurrir mitología clásica y pensar en Némesis, divinidad que tiene por papel castigar a aquellos que son demasiados felices y premiar a aquellos que no lo son, papel que en nuestro país pretende jugar el oficialismo.
Héctor Osorio
Economista y socio de PKF Chile
